La doctora y el enfermero del Punto de Atención Continuada (PAC) de Moaña, aunque también trabajan en el de Cangas, que habían sido puestos en cuarentena el pasado 5 de marzo después de conocerse que habían atendido al primer infectado de Covid-19 que arrojaba síntomas en la comarca, ya se ha reincorporado a su puesto de trabajo.

Pasaron las dos semanas confinados por precaución, aunque nunca dieron positivo ni mostraron síntomas. Completado este periodo, han regresado a sus responsabilidades en el servicio de urgencias con toda normalidad. De hecho, la falta de personal sanitario en toda Galicia hace indispensable que estos sanitarios que deben afrontar una cuarentena regresen a su trabajo esencial en la lucha contra la pandemia que azota a España con especial virulencia.

Por otro lado, en el centro de salud de la Casa do Mar de Moaña se endurecieron las condiciones de acceso y solo pueden entrar los pacientes presenciales de uno en uno. De todas formas, la población está cumpliendo en su inmensa mayoría las nuevas condiciones y solicitan atención telefónica excepto en casos urgentes. También son atendidos de forma presencial a los que se les conceden citas para curas o por el sintrom.

El otro frente abierto en la sanidad de Moaña en medio de esta alerta sanitaria es el del centro de salud de Domaio, que este viernes no abrió sus puertas debido al positivo por Covid-19 que arrojaron los análisis a un enfermero.

Esta misma tarde personal municipal -pues el Concello se encarga de mantener este ambulatorio- asumirá la limpieza y desinfección, pasados ya varios días con el centro cerrado y alejado el riesgo de permanencia del virus sobre las superficies de muebles u objetos.

La intención de esta desinfección es poder reabrir el centro mañana mismo. En caso contrario la sanidad moañesa seguirá centralizada en la Casa do Mar del casco urbano, pues los usuarios del pequeño consultorio de Meira ya habían sido derivados, desde el pasado martes, a la dotación de Domaio como medida temporal.