Aunque el trabajo de las fuerzas y cuerpos de seguridad se realiza hasta ahora en la comarca sin incidencias relevantes, sus responsables no descartan que la situación empeore en los próximos días y que corre riesgo de "colapsar" si el número de casos de Covid-19 se dispara o se producen contagios entre sus propios miembros. Por eso el Concello de Cangas ha decidido adelantarse a posibles acontecimientos e implantar ya una medida que tenía previsto adoptar de forma gradual: desdoblar la sede de la Policía Local, que a partir de mañana contará, además de con las dependencias actuales en la planta baja del consistorio, con otras en el edificio del centro social, a solo unos pocos metros. Así, además de poder acoger retenes de forma autónoma, el cuerpo municipal tendrá una "sede alternativa" en caso de que haya que desalojar alguna de ellas para su desinfección o si hay que reforzar el número de efectivos en un mismo turno para responder a la pandemia.
La idea ya se barajaba en el Concello desde hace varias semanas, pero su puesta en práctica se ha agilizado con la crisis sanitaria y lo ha precipitado, según reconoce el alcalde, Xosé Manuel Pazos, que coordina el operativo con el inspector jefe de la Policía Local, Alberto Agulla. "Estamos habilitando un segundo espacio con despacho, vestuarios y duchas, y en las próximas jornadas ya estará plenamente operativo", señalaba ayer el regidor. Hay previsión de que mañana se complete la instalación de redes informáticas y telefónicas para poder responder con total operatividad, pues conforme avanzan las jornadas aumentan también las consultas telefónicas y las llamadas reclamando sus servicios para denunciar casos de personas que se saltan el confinamiento sin motivo u otros requerimientos. La idea es que esa "segunda sede" se mantenga más allá de la crisis sanitaria y poder despejar así las "saturadas" dependencias del consistorio.
Desde el Concello también se barajan alternativas similares para Protección Civil, aunque en ese caso la solución estaría en las propias dependencias de Granxa da Rúa, donde existen aulas que se utilizan con fines formativos de las escuelas taller y obradoiros de empleo que actualmente están disponibles. En todo caso, la función básica de Protección Civil es tener a punto la logística y los recursos disponibles -vehículos, camillas, grupos electrógenos o incluso un hospital de campaña-, aunque su responsable, Cesáreo Coya, abunda en que la respuesta debe ser proporcional y hasta ahora no se les ha requerido ningún despliegue adicional. De hecho, se ha restringido al máximo la presencia de personal en la base y se han extremado las precauciones para evitar contagios.
Asimismo, desde la Xunta valoran con el Concello los locales que hay en Cangas, "con o sin camas", susceptibles de acoger a enfermos, cuidadores o personal de apoyo en caso de que se llegue a una situación de emergencia que hasta ahora es solo una simple hipótesis y los representantes públicos confían en que no llegue a producirse. El edificio del centro social, muy próximo al consistorio, es una de esas opciones, al igual que la Casa da Cultura, donde hay distintas dependencias. Los colegios se descartan para ese uso porque el objetivo es reabrirlos en el más corto plazo posible como paso hacia una ansiada normalidad que de momento no tiene fecha.
