Los centros de salud de O Morrazo han instalado puntos de triaje en las entradas, que funcionan a modo de filtro para que solo entren las personas que realmente lo necesitan y minimizar el riesgo de posibles contagios. "Es importante que la gente entienda que les vamos a seguir atendiendo, pero va a ser de otra manera, como por vía telefónica", explican desde Bueu.

Allí había una médica de familia y una residente, que atendían a cada persona en esta "consulta filtro". "Siguiendo las recomendaciones del Sergas hemos establecido un circuito de trabajo. El objetivo es que entre la menor cantidad de gente posible. Por eso les preguntamos para que quieren entrar y lo que nosotras podamos gestionar o arreglar se lo hacemos desde aquí. Luego hay casos que tienen que entrar ineludiblemente, como urgencias o personas que acuden a hacer curas", explican. Esos pacientes que deben acudir necesariamente, primero se lavan las manos y reciben consejos sobre las mejores fórmulas para mantener la higiene. También hacen hincapié en qué casos se deben usar mascarillas y guantes y advierten contra la sensación de "falsa seguridad" que ofrecen. "No vale de nada llevar guantes si con ellos nos tocamos la cara", explican.

Los centros también han establecido una agenda única y se está llamando a las personas con cita para anularlas y ser atendidas telefónicamente por los médicos. El personal estuvo ayer llamando a las personas con cita para el viernes para pasarlas a telefónica, posponiendo las analíticas, salvo las urgentes o para especialistas. Para las recetas, el Sergas ha decidido la renovación automática por dos meses. Los facultativos se están encontrando con respuestas de todo tipo, desde la comprensión de los más jóvenes al rebote de muchos mayores que no están concienciados con la situación.