El Concello de Cangas ha acordado ayer, en el marco de la alerta sanitaria, el cierre de los cementerios del municipio, tanto el del centro de la villa como los parroquiales de Coiro, Aldán, Darbo y O Hío. Se cerró sus puertas con un candado y se acordonó con una cinta policial. La razón está en que en los últimos días la Policía Local detectó una alta presencia de vecinos en estos espacios. En buena parte se debía al cierre de las iglesias y a la suspensión de los servicios religiosos, lo que hizo que muchos fieles optasen por acudir más a los cementerios. Estas medidas para reducir las posibilidades de contagio todavía no se han adoptado en Bueu y Moaña.

La edil de Servizos, Aurora Prieto, ha acordado esta medida y explica que en los entierros los cementerios se abrirán pero con un aforo limitado solo a la familia más cercana del fallecido. Se vigilará que se guarde la distancia de seguridad.

La medida se adoptará también en fuentes públicas y lavaderos en las que se perciban concentraciones de gente peligrosas. De hecho, ayer ya se había cerrado Fonte Ferreira, en Cangas.