Las previsiones del edil de Urbanismo e Medio Ambiente de Cangas sobre un pronto acuerdo con los propietarios de terrenos entre O Viso e Igrexario que permitan ensanchar el vial le parecen muy optimistas a algunos afectados. Es el caso de la exalcaldesa Clara Millán, a quien la ejecución del proyecto que manejan el Concello y la Diputación le supondría la cesión de una franja de más de 300 metros cuadrados pegados a su vivienda y enfrente de los terrenos comprados en su día para el centro de salud, que no se tocarán. Un agravio, en opinión de esta ciudadana, que demanda a los promotores un reparto de cesiones más "equitativo" o bien acudir a la vía de expropiación, si lo ven más oportuno.

Millán ya había advertido en reuniones previas que, por su parte, la obra no se haría si no era con reparto justo del terreno, una opinión que, al menos entonces, compartían otros vecinos. La propuesta de la Administración para ensanchar y urbanizar el vial pasa por construir una acera de unos dos metros y medio -o bien una "plataforma única" en algunos puntos- por el margen derecho entre O Viso e Igrexario, dejando el izquierdo como espacio de aparcamientos o para desarrollar en el futuro. Un "reparto desigual", a juicio de los más afectados, que piden desplazar el eje de la carretera en puntos donde hay terrenos baldíos y cuya ocupación sería menos gravosa. Además, es en el otro margen por donde están canalizados los servicios de luz, agua o saneamiento.

La exalcaldesa insiste en que no quiere frenar el proyecto pero tampoco convertirse en víctima cuando hay otras soluciones que pide explorar. Señala que en la franja que no se va a tocar hay espacio vacante que se está ocupando para acopio de madera o de losas de piedra, y que desplazar el eje también serviría para "limar" la curva próxima, mejorando la seguridad. Lamenta la actitud arrogante del concejal Hugo Fandiño, que ha optado "por imponer, en vez de dialogar" y negociar una solución que genere el mayor consenso posible y el mínimo perjuicio. Asume que los promotores de la actuación la pueden presentar como "la mala de la película" si ella no cede, pero reitera que no lo hará si no hay un cambio de actitud e invita a recurrir a la vía de la expropiación.