Al menos hubo tres "narcosubmarinos" en el Enterro do Mexilón en el Carnaval de Aldán, el Carnavaldán, una de las grandes citas del Entroido de Cangas con el que se pone fin a una semana de fiesta. Comenzó puntual, a las cuatro de la tarde, desde el cruce dos Carballiños, cerca dela rotonda del Corredor do Morrazo, para recorrer unos dos kilómetros hasta el muelle. Hubo menos carrozas que otros años, pero fue multitudinario y cuando el mejillón ya estaba entrando en el puerto, para ser arrojado al mar, todavía el desfile seguía por la carretera. A medida que discurría se iban sumando más grupos disfrazados -familias y pandillas-.

El Enterro do Mexilón de Aldán es desenfreno, arranca a una hora después de la comida, en donde el alcohol también es protagonista y se cometieron excesos y falta de control. Al menos fueron atendidas cinco intoxicaciones etílicas de menores de edad en dos horas, entre las 18:30 y 20:30 horas. Los menores fueron atendidos por ambulancias del 061 de Cangas, Moaña y Bueu, que trasladaron a estos adolescentes al Punto de Atención Continuada (PAC) de Cangas. Había menores desfilando portando botellas con bebidas alcohólicas y bebiendo delante de los efectivos policiales desplegados ante la imposibilidad de los agentes de actuar dada la multitud de personas y que los jóvenes iban mezclados entre los adultos.

Más tranquilo fue el Enterro da Xoubiña de Moaña, organizado para los pequeños del municipio y que acabó quemada en el mar. Los centros educativos portaban sus carrozas. La Escola Infantil Cocorico desfiló con un barco vikingo; y la de Berducedo, de ecosistema de la charca. También abordaron el medio ambiente en la escuela infantil de O Con, que desfiló con un pez lleno de plásticos, dentro de su proyecto de "Residuos cero". La bola del mundo del colegio CEIP de Seara era muy llamativa. "Un mundo de xente" incluía disfraces de masai, mexicanos, indús y geishas. Reibón desfiló de pintores, Tirán hizo gala a los Juegos Olímpicos "Tirán 2020", con su mascota A Curuxa; como también el CEIP Domaio; Abelendo iba de madamas e galáns del Entroido de Meira; el CEIP A Guía, de científicos locos; y finalmente alumnos, padres y profesores del CEIP Quintela salieron a recorrer Moaña como el Antiguo Egipto

En Bueu el protagonismo de la jornada se lo llevó Agustín Gutiérrez, a quien se le reconoció su papel en el Entroido de la villa gracias a la imaginación y colorido desplegados en sus disfraces, con diseños que superaron el centenar. Después de que las comparsas de la villa interpretasen algunas de sus canciones en la Praza Massó, Gutiérrez fue recibido en el salón de plenos del concello en un acto presidido por el alcalde, Félix Juncal, y en el que también estuvieron presentes los ediles Silvia Carballo, Ricardo Verde, Julio Villanueva y Elena Estévez.

"Muchas de las personas que estamos hoy aquí recordamos la felicidad que nos contagió Agustín", apuntó el regidor buenense, que añadió asimismo que "la historia de los pueblos se construye a partir de las experiencias que vamos acumulando en nuestras vidas, y también gracias a las personas que, como Agustín, también forman parte de ella". El homenajeado no pudo reprimir su emoción y tuvo unas palabras para su mujer, ya que "sin ella no podría haber hecho muchos de los disfraces". Comenzó a los 14 años en los bailes de la Sala Paraíso "y desde entonces no paré hasta hoy", dijo. En el acto se proyectó un vídeo con algunos de los diseños más destacados de Agustín Gutiérrez, que recibió de manos del alcalde una réplica en cerámica de Sargadelos de la poetisa Rosalía de Castro.

Por otra parte, el Bueu Atlético pondrá a la venta mañana las entradas del Festival de Comparsas que se celebrará el próximo viernes a partir de las 21 horas en la Casa do Pobo de Beluso. Podrán adquirirse en la Librería Anguián en Beluso y en el pabellón Pablo Herbello. Aquí se venderán 60 entradas solo a los socios con un límite de dos por persona y carné.