El colectivo de comerciantes afectados por la oleada de robos había manifestado su interés en trasladar su preocupación a la Xunta Local de Seguridade, aunque no forma parte de este órgano, y desde el Concello se le comunicó que llamarían a sus representantes tras la reunión para trasladarle las conclusiones. "Esperamos la llamada pero no se produjo, señala la presidenta de la asociación Cangas Vella, Mª Carmen Pereiro, que tuvo conocimiento de ello por la prensa y se muestra escéptica. "Las palabras suenan bonitas, pero aparte de palmaditas en la espalda queremos resultados para creerlas", advierte.

Pereiro acepta que los supuestos autores "están localizados" y los robos se han estancado tras las últimas detenciones, pero critica que no tardan en volver a la calle y a delinquir. "Además del coste económico de los robos, preocupa la sensación de impunidad e impotencia" que se vive, recalca.