Los moañeses están oficialmente de carnaval. Ayer por la tarde sus nueves días de disfraces y desenfreno anuales dieron su pistoletazo de salida en la carpa de la Alameda y con protagonismo de la comparsa "Sen tempo non era", que cumple esta edición su quinto aniversario. Disfrazados de los personajes de la saga "Piratas del Caribe", los integrantes de esta comparsa entraron en la carpa y llegaron hacia el escenario escoltando un barco pirata.

De sus cañones salía humo rojo que por momentos convirtió la carpa en un estadio de fútbol de Grecia. Algunos miembros de "Sen tempo non era" escoltaron el barco con bengalas mientras por megafonía sonaba la épica banda sonora de "Piratas del Caribe". Sobre el escenario los encargados del pregón recordaron en varias ocasiones los inicios de la comparsa y gritaron vivas al carnaval dejando entrever que la fiesta va a ser larga y movida este año.

Con gran parte de la Alameda moañesa convertida ya en una feria en la que abundan atracciones y puestos de venta de comida y juguetes, las sorpresas del carnaval no tardaron en llegar. Hasta el palco se iban acercando las distintas comparsas exhibiendo por primera vez sus disfraces, uno de los secretos mejor guardados cada año.

Los "Calcarrúas" desfilan este año de muñeca de tarta de fresa, "Animodo" de traje oficial de boda escocesa y "Cada un que se safe" recrea una boda gitana sin escatimar en complementos ni en guitarras. "D´Elas" se disfrazan de toreras con un cartel reivindicativo contra esta práctica y las integrantes de "Follas Novas" van de egipcias. Los sombreros de "Os Combois" sobresalían con su disfraz del personaje de la Warner Bros Sam Bigotes.

"Os Loboghaitas" y su disfraz de Stalin no va a dejar indiferente a nadie este carnaval. "Os que faltaban" llenaron Moaña de esquimales y los integrantes de "Vaille dando" lucen como cupletistas de los años 20 del pasado siglo. Los amantes de Los Simpson disfrutarán del disfraz de la comparsa "Tarde, mal e arrastro", que recrean a la logia de Los Canteros, protagonistas de uno de los episodios más icónicos de esta serie.

Más allá de las comparsas, los disfraces individuales llamaron la atención. Un joven metido dentro de un dinosaurio hinchable fue uno de los casos más llamativos. No faltaron los disfraces da familia como unos padres con sus hijos caracterizados de forma brillante de personajes de "El Señor de los Anillos". Los hubo que no se conformaron e incluso disfrazaron a sus mascotas. Un perro llegó a la carpa vestido del demogorgon de "Stranger Things". Las integrantes de la Asociación de Mulleres compartieron dulces de entroido.

Las comparsas cantaron sus primeras canciones para después subir a Berducedo y actuar en este barrio.