Los trabajos de reexcavación, consolidación y puesta en valor del castro de Montealegre se encuentran ya en la fase de intervención en las estructuras estudiadas por Losada Diéguez en los años 20 del siglo pasado. Sin embargo, antes de intervenir en el poblado castreño de Domaio, los arqueólogos limpiaron para reconocer, estudiar y hacer visitables los petroglifos que existen en el entorno. Aunque en un principio aparecieron varias piedras con oquedades que no estaban catalogadas, los estudios posteriores descartan que su procedencia sea humana y entienden que fueron producidas por elementos naturales como la lluvia.
Por lo tanto, son 20 los petroglifos limpiados y que serán plenamente visitables a comienzos del verano, cuando se espera que terminen los trabajos contratados por la Xunta para poner en valor un yacimiento que se dio a conocer principalmente gracias a los trabajos de estudio previos a la construcción de la autovía de O Morrazo.
Las estructuras que se sacan ahora a la luz en la zona excavada en los años 20 del pasado siglo quedaron reflejadas en los resultados del trabajo de Losada Diéguez. Entonces habían quedado al descubierto dos cabañas de piedra.
Serán visitables, a partir del verano, toda las estructuras excavadas entre los años 2016 y 2017: Cinco hogares o talleres con los muros bien conservados y un enlosado de acceso al núcleo del poblado que conserva todavía más de 10 metros lineales de vía.
El personal de la empresa contratada por la Consellería de Cultura, Terra Arqueos, ha redactado ya el plan de accesos y sendas interiores para facilitar las visitas de vecinos y turistas en un yacimiento cuya ladera hace muy difícil la accesibilidad.
La riqueza patrimonial del entorno, con más de 30.000 piezas con valor histórico identificadas en las últimas excavaciones, hizo que vecinos de todo Moaña saliesen a la calle a exigir la conservación que finalmente lograron.
