Cangas ha perdido a uno de sus destacados vecinos. Avelino Avilés falleció hoy a la edad de 78 años, en el hospital debido a una enfermedad que arrastraba desde hace tiempo.

Él fue la persona, por su oficio de hojalatero, que en 1991 recibió el encargo del Concello para la construcción de una réplica del Reloj Meteorológico de la Alameda, que luce en estos jardines recientemente acondicionado, y que es uno de los grandes emblemas de la localidad.

El reloj había sido encargado en 1907 por el Ayudante de Marina Alvaro Guitián, para el servicio de los marineros, pero se fue deteriorando con el paso de los años hasta su desaparición. Avilés, junto a Antonio Iglesias, Emilio Padín y Joaquín Cabral, lograron construir una réplica, que incluye un aparato de predicción meteorológica con termómetro y barómetro, además de una veleta, entre otros medidores del tiempo.

Pero Avilés fue mucho más para Cangas. Amante de la composición y de las canciones marineras, fundó el coro de Amigos de la Canción; y su sentido del humor le llevó a ser pieza clave en el Entroido local. Fue también concejal en una candidatura independiente en la primera legislatura de Lois Pena, que encabezaba el también desaparecido político local y profesor, César López Freire. Se encargó de la organización de las Fiestas del Cristo durante varios años y junto el apoyo de otros miembros de la comisión, como Suso “Caramuxo”, revolucionaron el alumbrado en las calles y trajeron aquella noria gigante que anunciaba al otro lado de la ría que Cangas estaba en fiestas, a las famosas “Mama Chicho” o al Ballet Rey de Viana.

Hojalatero desde bien niño, trabajó en el taller de Ángel Nores y después montó su propio taller de fontanería hasta que abrió la tienda de electrodomésticos Avilés, entre 1966-1967, que ahora lleva su hija. Avelino Avilés tenía tres hijos Enrique, María Victoria y Nicolás.

Era un hombre polifacético y además de ganarse la vida como hojalatero realizando las lámparas para los marineros o piezas para las lecheras, fue Campeón de España en este oficio en las competiciones que se celebraron en Zaragoza y en Tarragona en los años 1958 y 1959. Era una vocación plena y como hojalatero realizó muchas réplicas en bronce, latón y cobre de edificios y espacios públicos de Cangas como la plaza de abastos, la Capilla do Hospital o el propio Reloj o Kiosco de la Alameda. También realizó los candelabros de la Virgen de los Dolores.