Cansados, ateridos por el frío y hundidos por el esfuerzo llegaron ayer al puerto de Pedras Negras, en O Grove, la quincena de buzos voluntarios que ayer participaron en la búsqueda del cuerpo de Iván Harri Otero Rodríguez, el joven de A Illa que desaparecía bajo las olas al norte de Ons cuando viajaba en una lancha con su hermano y con otro marinero para comprobar si había mejilla en esa zona. Los buzos comenzaron a trabajar en cuanto se hizo de día. La visibilidad a primeras horas era muy similar al día anterior, casi nula. Sin embargo, sobre las 15.00 horas, abrieron las nubes y la luz se filtró por debajo del agua.

Fue en ese momento cuando los submarinistas de la Cofradía de A Illa, a los que se sumaron los dos hermanos de Iván Harri, comenzaron a exprimirse, llegando a profundidades de entre 20 y 18 metros, llevando al límite la permanencia bajo el agua. Alguno de los buzos, los que transitaron a menos de diez metros, llegaron a permanecer hasta dos horas bajo el agua.

Con todo, el ímprobo esfuerzo no dio resultado alguno. Se peinaron los fondos próximos al lugar donde había aparecido el pantalón y el móvil del desaparecido y se aprovechó una ligera mejoría en las condiciones meteorológicas con respecto al miércoles para recorrer el estrecho que separa O Centulo de Ons, un lugar donde las corrientes habían impedido que los buzos se acercaran el día anterior. Incluso tres buceadores en apnea se lanzaron en aquellos lugares a los que no podían acceder los que llevaban bombona.

"Fue agotador y frustrante" explicaba ayer uno de los que participó en las tareas de búsqueda, pero que tiene claro que, si las condiciones meteorológicas lo permiten, regresará en el día de hoy para "devolvérselo a su familia". Además de la visibilidad, bucear en la zona no es precisamente sencillo debido a la corriente y al mar de fondo, a lo que se une el desconocimiento del lugar, ya que los buceadores de A Illa trabajan en el interior de la ría de Arousa y a profundidades algo menores.

A ellos se le unió otro equipo procedente de Ribeira, con más experiencia en la zona, participando en las tareas una docena de mergulladores durante toda la jornada. Además de estos expertos, también se desplazaron hasta la zona un buen número de lanchas y el bateeiro "Vengarco" que actuó como buque de apoyo donde los submarinistas se relevaban en los descansos.

El patrón mayor de A Illa, Juan José Rial Millán, apuntaba ayer que "estamos haciendo todo lo posible por localizarlo, pero la búsqueda de hoy ha resultado infructuosa" a pesar de que las condiciones meteorológicas "eran algo mejores que las que tuvimos el miércoles".

Millán agradeció también la colaboración y el esfuerzo que están realizando otras Cofradías, como la de Cambados, que envió a la zona una de las lanchas de vigilancia.

Los trabajos de búsqueda se suspendieron sobre las 17.30 horas, cuando la luz comenzó a desaparecer y hacía imposible el trabajo bajo las aguas del mar de Ons. En la jornada de hoy está previsto que regresen al lugar, siempre y cuando las condiciones meteorológicas lo permitan.

Iván Harri Otero desapareció en la mañana del pasado martes, cuando un golpe de mar hundió por la popa la embarcación en la que viajaba con su hermano Arturo y con Juan Ramón Allo. Los tres nadaron durante más de una hora para ponerse a salvo, algo que consiguieron Arturo y Juan Ramón, quienes nada pudieron hacer para ayudar al ahora desaparecido. Este, con apenas treinta años de edad, había sido padre hace tan solo unos meses.