Uno de los puntos del pleno (también fuera del orden de día) que generó un mayor debate fue la propuesta para modificar el proyecto de la piscina por razones de seguridad. PP y PSdeG-PSOE criticaron que un tema de tanto calado se llevase a la junta de portavoces sin haber recibido la suficiente información e incluso los populares solicitaron su retirada. El regidor, Félix Juncal, lo justificó en que "antes se traían asuntos por vía de urgencia que se conocían aquí" y manifestó que "no se van a arriesgar dos millones de euros porque usted quiera", en alusión directa a Elena Estévez.

El edil de Urbanismo, Martín Villanueva, señaló que las modificaciones se referían al refuerzo "puntual" de la estructura metálica y a cuestiones de actualización técnica, añadiendo que además de la recomendación del arquitecto municipal para ejecutar esa modificación, también había la de una auditoría externa. Juncal recordó que el nuevo arquitecto ya advirtió en su primera visita la desconfianza que le generaba la estructura, cargando contra la praxis del anterior responsable técnico.

Vilas, por su parte, señaló que leyendo el informe "si fuese mi casa estaría asustado" y que el problema de base era que "en lugar de licitar o convocar un concurso de ideas, se hizo el proyecto entre el alcalde y el anterior arquitecto". Y pidió a Juncal que en lugar de ir a ver piscinas se limitase a controlar el dinero. "Un señor en un despacho no puede hacer una obra de tres millones. Los técnicos municipales están para dar licencias, y no que estemos seis meses sin ellas", subrayó.

La moción salió adelante con los votos favorables de BNG y ACB, la abstención de PSdeG-PSOE y el rechazo del Partido Popular