La empresa Urbaser, propiedad del gigante asiático China Tianying (CNTY), se hará cargo del servicio público de prerrecogida, recogida, transporte y transferencia de residuos sólidos urbanos de O Morrazo hasta el próximo 31 de octubre, cuando concluya la prórroga del contrato concedida por la Mancomunidade mientras este organismo trabaja en un nuevo concurso público o en recuperar el servicio para su gestión directa. Ayer, en la primera junta de gobierno de la Mancomunidade do Morrazo bajo la presidencia de la alcaldesa de Moaña, Leticia Santos, se autorizó a Recolte la cesión del contrato en favor de Urbaser, que había solicitado el pasado 24 de septiembre. Recolte, de matriz portuguesa, trata de deshacerse de sus contratos en España. El firmado con la Mancomunidade se remonta al 21 de abril de 2010, cuando la compañía se llamaba GSC.
Tras un detallado informe elaborado por la consultora Lagares y ratificado por la Secretaría de la Mancomunidade, se concluye que procede autorizar la cesión al cumplirse los requisitos legales. El primero de ellos es que las cualidades técnicas o personales del cedente no fueron "razón determinante" de la adjudicación.
También se concluye que Recolte acredita "solvencia económica, financiera y técnica" y que no mantiene deudas con la mancomunidad. El informe describe detalladamente el estado de todos los bienes del organismo, desde la maquinaria de la planta de tratamiento de basura en A Portela hasta los contenedores y los vehículos de recogida. Se concluye que los medios son adecuados para la prestación del servicio y no existe ninguna reclamación por daños causados a los mismos, por lo que serán transferidos a Urbaser.
También se determina que de la cesión no resulta una restricción efectiva de la competencia "especialmente cuando restan solo 10 meses para que finalice la actual concesión". Recolte cumplió el requisito de explotar la concesión durante más de una quinta parte de la duración del contrato y, aunque la Administración dispone de un margen corto de discrecionalidad para autorizar la cesión de un contrato, los técnicos de la Mancomunidade coinciden que en tales circunstancias no existen "razones lo suficientemente fundadas para rechazar que la concesión pueda ser cedida a un nuevo contratista".
Leticia Santos, que en un principio se mostraba reacia a esta cesión, explica que cuenta con todos los informes técnicos que había solicitado a favor. La mala experiencia pasada de la Mancomunidade con Urbaser estaba detrás del recelo de los alcaldes actuales.
Por otro lado, la junta de gobierno dio por iniciado el grupo de trabajo que se reunirá dos veces al mes con el objetivo de definir el modelo de tratamiento de la basura por el que se quiere apostar y que debe pasar por disminuir drásticamente los residuos orgánicos que se envían a Sogama.
Una vez concluido este expediente se realizará una valoración económica para determinar si es factible la recuperación del servicio para que se preste directamente por parte del organismo supramunicipal o si es necesario un nuevo concurso para adjudicar el trabajo. La recuperación exigiría cumplir con la Ley de Sostenibilidad que obliga a demostrar que la prestación totalmente pública sería más eficaz. Además de requerir acreditar la legalidad de subrogar a la plantilla de trabajadores.
Presupuestos
La presidenta de la Mancomunidade presentó ayer al resto de la junta de gobierno un borrador de presupuestos para 2020, pues el órgano funciona con las cuentas prorrogadas desde 2016. Las cuentas finales se dictaminarán en una comisión convocada para el 6 de febrero.
Las cuentas se actualizarán y, con la reducción del canon, se recuperará la figura del gerente. Santos defiende esta contratación porque facilitará la gestión de los servicios que dependan de la Mancomunidade -que se pretenden incrementar- así como el control sobre las empresas concesionarias. La presidenta defiende que un gerente ayudará a captar recursos económicos accediendo, por ejemplo, a subvenciones. Alega que en la junta de gobierno no hubo oposición a esta propuesta.
