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El colegio de Montemogos "visita" la Antártida

El alumnado de Beluso habló ayer por videoconferencia con la base española

Joan Riba, en la imagen del proyector, habla, ayer, con los alumnos del colegio de Beluso. // Gonzalo Núñez

La expectación era máxima ayer a mediodía en el aula de 6º de Primaria del colegio de Beluso. El colegio estaba a punto de establecer una conexión vía Whatsapp con la base antártica Juan Carlos I y todo el mundo esperaba que nada fallase. Así fue y poco antes de las doce del mediodía el medio centenar de alumnos de 3º a 6º de Primaria podían saludar en directo a Joan Riba, integrante del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y jefe de la base española en el continente helado. Fue una charla de casi media hora, en la que los niños y niñas le preguntaron por su trabajo y el día a día en una de las regiones más fascinantes del planeta.

El contacto con Riba fue posible gracias al padre de una alumna del centro, que hace unos años trabajó con él. Una gran oportunidad para el alumnado de Beluso, que este año desarrolla un trabajo acerca de los residuos y la contaminación. En este sentido, Joan Riba les sorprendió al reconocer que la contaminación en los mares llega hasta la mismísima Antártida, donde los científicos españoles han recogido diferentes clases de residuos.

El invierno llegó al hemisferio norte hace justamente un mes, lo que significa que ahora mismo el continente antártico disfruta de su particular verano. "Ahora mismo solo tenemos una hora de noche y durante el resto del tiempo hay luz", explicaba Joan Riba a los sorprendidos alumnos de Montemogos. A los jóvenes también les quedó claro que pese a que en la Antártida están en pleno verano austral sus temperaturas siguen dejando a cualquiera helado.

Como el trabajo del alumnado de Beluso se centra en el impacto de los residuos, Joan Riba les explicó que en el contintente antártico no está permitido dejar absolutamente ningún resto o desperdicio. Todo se almacena y se traslada en contenedores para que la huella humana sea mínima. Las chicas y chicos también se interesaron por aspectos de la vida cotidiana de los científicos y de los técnicos que conviven en la base Juan Carlos I, que está situada en la isla Livingston, dentro del archipiélago de las Shetland del Sur. Así, Riba les contó que reciben regularmen suministros y víveres, que llegan en barco. "Tenemos carne, pescado, pero no demasiada variedad de frutas", les contó. A los jóvenes también les preocupaba que ocurría si alguno de los integrantes del campamento se pone enfermo, a lo que Riba les manifestó que cuentan con un médico. La base más cercana a la de España es la denominada como San Clemente de Orhid, situada a unos tres kilómetros y que depende de Bulgaria.

Las campañas antárticas duran alrededor de 90 días, aprovechando precisamente el verano austral, y los estudiantes se interesaron por la presencia de la mujer. "En esta campaña solo hay dos mujeres, aunque en otras anteriores hubo hasta doce", explicó Joan Riba.

A pesar de la enorme distancia física entre el colegio de Beluso y la base antártica, Joan Riba se mostró muy cercano y afable con los alumnos, que disfrutaron con las explicaciones y respuestas del jefe técnico de la expedición española. Riba tuvo incluso la oportunidad de saludar al padre con el que trabajó hace algunos años y con el que hacía tiempo que no hablaba.

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