Los sacos terreros que forman parte del paisaje del sendero del río Bispo continuarán haciéndolo al menos hasta bien entrada la primavera. El Concello de Bueu no se plantea de momento su retirada y los mantendrá como una medida para minimizar los riesgos de desborde del cauce fluvial. Después se almacenarán en instalaciones municipales hasta el próximo invierno.
Estos grandes sacos se colocaron justo antes de las Navidades, a consecuencia del temporal "Elsa", que provocó el desborde del río en la noche del 18 de diciembre y el anegamiento de la calle Pazos Fontenla, amenazando con entrar en bajos y viviendas. "Fue algo puntual porque con la crecida del río se taponó la rejilla situada antes del lavadero, que está también a la misma rasante del camino", explica el alcalde y responsable de Servizos, Félix Juncal. Eso propició que el agua llegase hasta el nivel del sendero, desde donde se extendió a las fincas y al aparcamiento de una superficie comercial, anegando a continuación la céntrica calle Pazos Fontenla, hasta la altura de la intersección con Alexandre Bóveda.
"Estamos tranquilos, pero al mismo tiempo en alerta porque siempre dijimos que no vamos a poder evitar que el río desborde en momentos determinados", afirma el regidor. En este sentido apuesta por "minimizar" esos posibles efectos y cree que la red de sumideros y colectores instalada durante los últimos años ha servido para mejorar la situación. En la noche del 18 de diciembre fueron los propios vecinos quienes en primera instancia comenzaron a levantar las rejillas para desaguar el agua acumulada en la calle.
Los sacos terreros se colocaron a la altura del colegio Virxe Milagrosa para que funcionen a modo de barrera de contención en caso de una crecida puntual del Bispo. "Hacemos un seguimiento regular y continuo del estado del río y de momento mantendremos los sacos hasta los meses de la primavera", explica el alcalde. A partir de ese momento el riesgo de desborde se reduce y se procedería a su retirada y almacenamiento hasta el próximo invierno.
Durante el último mes desde el Concello se optó por mantener levantadas las tapas de registro de los sumideros en caso de alerta por fuertes precipitaciones, como ocurrió hace una semana, para evitar que en caso de crecida se volviese a anegar el centro del municipio.
