Para bailar en Aldán, las mujeres tienen que ser vecinas de la parroquia y solteras. Son requisitos que hay que cumplir en la ancestral danza y contradanza en honor a San Sebastián, que hoy se baila y cuya tradición se sigue manteniendo intacta, incluso en este aspecto, pero sin que nunca haya supuesto un problema. De hecho, bailar en la danza sigue siendo un orgullo y hay lista de espera, de la que se encarga la Asociación Cultural San Sebastián de Aldán, que preside José Carlos Docampo, y que vela por la continuidad de esta tradición. La danza de este año estrenará los cinco mandiles de las damas, que han sido donados por la familia empresaria de Frigoríficos do Morrazo, natural de la parroquia. Se han confeccionado de acuerdo a los patrones antiguos, a través de una imagen de cuando la danza la bailaban solo hombres, supliendo a las mujeres que empezaron a hacerlo a partir de 1968. El mandil recupera la característica de ser más largo, hasta llegar a la rodilla.

La otra novedad será la mujer que baila por primera vez, Lucía Dacosta, anotada desde pequeña por su familia en esa lista de espera y que hoy bailará junto a su hermana Irene, de 22 años. Irene danzó por primera vez en 2019 y este año vuelve a viajar desde Sevilla, en donde estudia Medicina y adonde se trasladó como kayaquista de la selección española de piragüismo, para hacerlo de nuevo. Aunque en esta ocasión lo podrá realizar sin los apuros del año pasado, cuando bailar le costó el disgusto de no haber podido llegar a tiempo a uno de los examenes de su carrera, por culpa de un retraso en el horario del avión de regreso "pero era la oportunidad de mi vida y no me podía perder bailar", aseguraba

Su hermana Lucía tiene 19 años y estudia un Ciclo Superior de Química en Santiago.La época es mala, con exámenes, pero bailar la danza es causa de fuerza mayor para hacer un parón en los estudios: " Es algo muy bonito, es una ilusión de toda la familia, una tradición del pueblo, que solo se hace en Aldán y con familias que son de la parroquia", destaca Lucía.

Llevan dos fines de semana ensayando los sábados y ayer fue el último, general. Reconoce que es una danza muy larga y que aunque es monótona, es complicada también porque tiene muchas movimientos. Lo que más le preocupa es poder llevar bien el sombrero de flores que identifica a esta danza y a la otra ancestral de Darbo, como también a la de Cobres, en Vilaboa, pero vinculada a su entroido.

La danza de Aldán la bailan 10 galanes vestidos con traje oscuro, sombrero y banda roja y amarilla; cinco damas con faldas blancas largas, mandiles, cuantiosos collares , mantón negro y alto sombero de flores de colores; además de un guía y al son de una gaita y una caja. Hoy se bailará en tres ocasiones, la más solemne, tras la misa de las 12.30 y con la procesión del santo y de la Virgen del Carmen, haciéndoles primero las venias con las genunflexiones para seguirles alrededor del atrio, sin darles nunca la espalda, con castañuelas en la mano hasta parar en el atrio norte para bailar la danza y contradanza, hasta el regreso de las imágenes a la iglesia. Por la tarde, a partir de las 17.00, se bailará en el Torreiro y posteriormente en la alameda.