La alerta naranja por temporal se dejó sentir ayer en O Morrazo. Si por la mañana, el problema estuvo en el fuerte viento que desplazó contenedores de la basura y dejó amarrada a la flota de bajura en Cangas, Bueu y en Moaña, en donde solo trabajaron la mariscadoras de a pie; por la tarde el problema se centralizó en la fuerte tromba de agua. El jefe del Grupo de Emergencias de Cangas, Cesáreo Coya, asegura que sobrepasó la predicción, de 35 litros por metro cuadrado en tres horas.

En Cangas, la lluvia provocó inundaciones en el pabellón del colegio de San Roque y dejó anegado el vial junto al colegio de Espiñeira en Aldán, que se convirtió en una "piscina". El concejal de Deportes, Eugenio González, se acercó hasta el pabellón para valorar el problema. Asegura que se debió a la poca capacidad del desagüe exterior junto a la entrada que hizo que el agua bajara como una cascada por las escaleras a la pista, si bien señala que quedó subsanado aunque hoy acudirá con la arquitecta para estudiar la posibilidad de impermeabilizar la parte baja de la pared que es la que genera el problema de condensación en estas instalaciones.

La Agrupación Municipal de Emergencias atendió también el problema de varias tapas del saneamiento levantadas y sobre las 17:45 la retirada de un tronco de unos 7 metros que bajó por el río Bouzós y atascaba el desagüe a la altura de la calle Atranco. Gracias a que avisaron unos vecinos, Protección Civil pudo actuar a tiempo antes de que desbordara, aunque el desagüe ya estaba cerca, a 10 centímetros de su capacidad.

En Moaña, además de tapas de alcantarilla levantadas, hubo inundaciones en A Marrúa, por el agua que baja de la autovía y que afecta a fincas y al lavadero. En Bueu, el temporal impidió el mercadillo y solo se instalaron los puestos de frutas y verduras junto a la plaza-. Desde el Concello se estuvo en permanente vigilancia para que no desbordara el río Bispo, protegido con sacos de arena. Los bomberos retiraron una plancha de un edificio en Pazos Fontenla.