Los dueños de perros en el centro de Cangas que suelen caminar con sus mascotas por el paseo de Rodeira (Paseo de Pepe Poeta) están en alerta desde hace tres días, ante la aparición de pequeños sacos con matarratas en la zona ajardinada de este paseo. Ante la Policía Local denunciaron que alguien dejó dos bolsas el martes, que fueron retiradas por los agentes municipales. El miércoles aparecieron otras dos, retiradas directamente por uno de los dueños de perros tras avisar de nuevo a los agentes municipales.

Desde la Protectora de Animais do Morrazo alertaron de la situación en sus redes sociales, avisando de que los que paseen con su perro por la zona extremen las precauciones. El veneno apareció en el entorno de la Oficina de Emprego de Cangas a media mañana. La Protectora entiende que el veneno fue depositado con intención de dañar a los perros, a los que puede matar. Alertan de que, si la intención es atacar a las ratas, los autores tengan en cuenta que si un perro ingiere el matarratas puede acabar muriendo.

De momento la Policía Local no pudo determinar la autoría ni las intenciones de los que dejan estas bolsas con matarratas.

Estos intentos de envenenar a perros no son nuevos en la comarca. También en Cangas, en los jardines del entorno de los juzgados, se denunció el pasado mes de octubre la aparición de restos de comida para perros presuntamente envenenados que habrían causado la muerte de una mascota y la enfermedad de otras tres.

Ya en el año 2016 la Policía Local de Cangas tuvo que investigar el envenenamiento de perros y gatos en el paseo de Massó, tras la aparición de varios animales muertos. Ese mismo año en Vigo se constataron envenenamientos de perros en distintas zonas de la ciudad.

Denuncia

Esta misma semana tanto la Protectora de Animais como la Policía Local tramitaron denuncias ante la Consellería de Medio Ambiente para exigir la retirada de un perro a un vecino de Coiro, por tenerlo, presuntamente, amarrado las 24 horas del día desde hace tres años. Ya habían presentado una denuncia similar en el año 2018 por el mismo caso sin que la Xunta interviniese hasta la fecha. Alegan que se está incumpliendo la Lei de Benestar Animal.

El mencionado perro había sido precisamente adoptado en las instalaciones de la Protectora en el monte de Broullón cuando apenas tenía unos meses de vida