En el templo del estudio y del conocimiento que debe ser cualquier biblioteca, no siempre la teoría se plasma en la práctica. Al menos es lo que dicen algunos usuarios de la Casa da Cultura de Cangas, en Rodeira, quienes aseguran que no es fácil bajarse a los libros por el cuchicheo, el murmullo y hasta las voces subidas de tono que los más incívicos practican. Las quejas ya han llegado a las más altas instancias del Concello, que piden contención y respeto a quienes se saltan las normas de comportamiento antes de tomar medidas más drásticas. Y, de paso, también toma nota de otras demandas que son de competencia municipal, como la instalación de más enchufes para ordenadores o la ampliación de horarios al menos en época de exámenes. "Estamos en ello", dicen.
Buena sintonía en el bipartito cangués
Seremos pocos, pero bien avenidos, se escucha por las plantas inferiores del consistorio cangués, donde conviven en amor y compañía concejalías de distinto signo. En las superiores optan por el silencio, aunque se convive sin pelear, apuntan los más puestos en materia. Con Pazos al frente, el equipo está bien vertebrado, coinciden.