La sucesión de borrascas en el último trimestre del año pasado puso a prueba la recién inaugurada Autovía do Morrazo que trajo más seguridad frente a los accidentes mortales que se repetían en el antiguo Corredor, pero ha mostrado alguna debilidad en aspectos como la canalización de aguas y el arrastre de lodos. El Concello de Moaña ya había registrado algún problema durante la ejecución de las obras de conversión del corredor en autovía, por algunos arrastres de lodos en la zona de Broullón, Meira y en Domaio, aunque los trabajos concluyeron de forma ejemplar con diálogo permanente con los vecinos afectados por parte de las empresas encargadas de la construcción de los tres tramos ejecutados, de 11 kilómetros, entre Domaio y el límite con Cangas.
Pero ahora, con la obra acabada y las trombas de agua, ocurridas sobre todo en las tres primeras semanas de diciembre, el problema de las canalizaciones y el arrastre de lodos volvió con creces.
La concejala de Obras y Participación Ciudadana, la socialista Marta Freire, se reunió con representantes de ocho colectivos vecinales para presentar ante la Xunta un informe detallado de los problemas recientes que sigue ocasionando esta carretera a la vecindad. "A día de hoy detectamos como la nefasta canalización de las aguas pluviales sigue provocando anegaciones de parcelas privadas y de vías municipales, a lo que se suman los continuos arrastres de lodos", señala la edil que confirma que varios colectivos trasladaron esta problemática al gobierno local "que está trabajando coordinadamente con el tejido asociativo moañés para presentar ante la Xunta los problemas".
Añade Freire que tras comprobar que los problemas de las obras persisten, se decidió aunar esfuerzods para que la Xunta "solvente lo que ellos mismos generaron". De esta forma, Marta Freire mantuvo una reunión en el Concello con colectivos y entidades de las zonas afectadas como las asociaciones de vecinos Monte Faro de Domaio, NovoMeira, Berducedo e Piñeiro, Broullón, Río da Paradela, Redondo-A Marrúa y San martiño además de la Comunidad de Montes de Moaña. En esta reunión, se acordó que cada colectivo elabore hasta el día 7 de febrero un listado con las incidencias detectadas en su zona. Una vez presentadas, el gobierno local junto con los técnicos, elaborará un documento detallado para presentar en la Xunta.
Uno de los principales problemas de la nueva autovía, en cuanto a arrastre de lodos y canalización de aguas, está en el tramo del enlace de Meira, junto al viaducto, que ya ocasionó a mediados de diciembre un fuerte corrimiento de tierras y la inundación de una finca con unos alpendres en donde su propietario guarda caballos. Por la finca bajó un río de lodos que llegó a la carretera provincial EP-1102, con peligro para la circulación. Desde la Consellería de Infraestructuras se gestionó una solución urgente con la empresa constructura, ya que las obras siguen en garantía, y anunció que en este punto se acometerían trabajos de mayor calado que una simple media urgente.
