El Concello de Bueu destinará un total de 133.778 euros del Plan Concellos 2020 de la Diputación de Pontevedra a acometer la segunda fase de la reurbanización de Ermelo, un proyecto que ya tiene ultimado y que supondría completar una ansiada actuación en la aldea. El gobierno buenense quiere dar de este modo continuidad a unos primeros trabajos que desarrolló hace dos años y medio, y que sirvieron para cambiar la fisonomía del área más próxima a la iglesia y para poner en valor su importancia patrimonial, tal y como consideran en la casa consistorial.

El nuevo proyecto seguiría en la misma línea de lo ya realizado y consistiría en completar la pavimentación de la zona partiendo del centro de la plaza y apostando por el adoquín de granito en detrimento del aglomerado asfáltico actual. Así, las labores se extenderían a la zona baja, concretamente al camino por el que se accede a Fonte y que conecta con el vial de Cela y Ermelo; y también comprenderían la zona alta con el camino que va desde la entrada del recinto de la iglesia hasta el cruce con el camino por el que se accede a Esculca, y del que ya se ejecutó un tramo en la primera fase.

Desde el gobierno local se considera que se parte de una primera actuación que ha servido no solo para mejorar los accesos en la aldea sino también para crear una amplia plaza como punto de encuentro, siempre conforme a los criterios fijados en su día por la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta de Galicia. "Ha habido una evidente mejora de los accesos y patrimonial, ya que la eliminación de la superficie de asfalto en el entorno de la iglesia era algo importante y crea un espacio más agradable", destaca el alcalde buenense, Félix Juncal, quien también añade que "se ha conseguido un importante espacio público, ampliando incluso la superficie inicial de esa plaza".

La primera fase de la regeneración de la aldea de Ermelo se finalizó en julio de 2017, con una actuación valorada en 77.000 euros y ejecutada por la empresa Rocas Graníticas del Condado. Los trabajos consistieron en la sustitución del pavimento de asfalto por uno de adoquín y enlosado de granito, completados con el soterramiento del cableado eléctrico y la canalización subterránea de la recogida de las aguas pluviales. Asimismo, se dotó al entorno de mobiliario urbano y de una nueva iluminación.