La undécima edición de la Travesía a Nado de Vilariño, con la que empieza el año la parroquia canguesa de O Hio, reunió esta mañana a unas 70 personas que cumplieron con la tradición de realizar a nado los 200 metros desde la playa de Vilariño hasta las rocas de A Pinela y regreso a la arena, siempre con un fin reivindicativo, en este año para demandar medidas urgentes que pongan fin a los vertidos en la Lagoa además de pedir inversiones que acaben con el abandono en la aldea por parte del Concello.

Los participantes, entre los que había tantos hombres como mujeres y con edades entre los 6 hasta los 80 años - como tenía un vecino de Cangas y que fue el nadador de más edad- se echaron al mar, a unos 15 grados, y más todavía la arena de la playa en donde no se pasaba de los 5 grados, tal y como señala. Andrés Hermelo "Neso", vocal de la Asociación de Vecinos Pedra Amarrada de Vilariño, que organiza la travesía junto a la Asociación Cultural O Gato.

La travesía se completó en unos diez minutos y a su término los participantes entraron en calor en la chabola, que es la sede social de ambos colectivos, a base de caldo y cocido. Frente al local, los participantes pudieron comprobar que su reivindicación de acabar con los vertidos es urgente, ya que junto a la barandilla del paseo se vertian fecales a la Lagoa . Este año faltaron los gaiteiros en la playa para la salida de los bañistas , por eso de que se alargó la fiesta de Fin de Año, pero todo resultó muy bien, sin incidentes, y con muchas familias disfrutando de esta iniciativa.