Vecinos que no pueden acceder a sus viviendas, turismos aparcados fuera de espacios habilitados e impiden el paso de ambulancias o camiones contraincendios, autocaravanas que saturan los estacionamientos próximos al litoral o interminables colas de vehículos que bloquean tramos de carretera que dan acceso a las playas de O Hío. Son algunas situaciones que se producen en verano en las parroquias de Cangas y a las que el Concello intenta dar solución cada temporada con medidas y éxito desigual. Esta vez el gobierno local quiere anticiparse al problema y se reunirá con los colectivos sociales para consensuarlo, anuncia el alcalde, que, con ese objetivo, mantuvo ayer una primera reunión con la próxima concejala de Servizos e Turismo, Aurora Prieto, y con los responsables de la Policía Local y del Grupo Municipal de Emerxencias, Alberto Agulla y Cesáreo Coya.

"Queremos empezar a trabajar con antelación para tener respuestas a tiempo", señala Xosé Manuel Pazos, que da prioridad a las demandas de O Hío y Aldán por ser las parroquias más afectadas por los problemas de tráfico. Sobre la mesa se pone la posibilidad de realizar cambios en la regulación, establecer sentido único en ciertos tramos o incluso cerrar alguno a los no residentes, si se considera imprescindible. También se apunta la necesidad de habilitar aparcamientos disuasorios, por ejemplo en el entorno de Donón, para evitar que se colapse el núcleo, que se intentará circunvalar desde el próximo verano acondicionando la pista forestal por la ladera de O Facho. De momento se trata de "explorar opciones", repite el regidor, que no quiere concretar ninguna de ellas sin hablar antes con las asociaciones de vecinos, la Comunidade de Montes y la Xunta, por tratarse, en parte, de territorio protegido.

Desde el Concello ya se pidió en otras ocasiones a la Consellería de Medio Ambiente desplegar más agentes en la zona para intentar evitar el colapso de tráfico que se produce con la llegada del buen tiempo, y algunos colectivos reiteran la necesidad de promover el transporte público para evitar la saturación de vehículos privados y las consiguientes molestias a los vecinos.

La regulación de espacios para autocaravanas , que llegan a tomar los alrededores de playas como Nerga, Barra, Viñó, y la limitación del tiempo que pueden permanecer en cada zona es otra de las medidas que se valoran desde el consistorio, que busca soluciones técnicas a los problemas pero escuchando a un vecindario que, en muchos casos, muestra hartazgo por que la situación se perpetúe.