El impacto mediático a nivel nacional que está teniendo la iluminación navideña de Vigo y que supera incluso al tirón de los años anteriores no solo ha logrado abarrotar durante el pasado puente de diciembre los hoteles de la comarca consiguiendo desestacionalizar por primera vez el turismo de O Morrazo, sino que también ha impulsado un incremento del uso del transporte de ría prácticamente sin precedentes fuera de los eventos estivales. Así lo reconocen desde las dos navieras que operan en las rutas entre O Morrazo y Vigo.
El viernes, sábado y domingo los barcos de pasajeros surcaron la ría con más de 10.800 personas en total, un dato que arroja subidas tan espectaculares como en Moaña, en donde el viernes y el sábado se multiplicaron por 10 los viajeros alcanzando los 3.000, por los poco más de 300 de un día habitual por estas fechas, según explica desde la naviera Nabia su responsable, María Jesús Acuña. El domingo los viajeros con partida o llegada del muelle moañés se redujeron a unos 300, mucho más de lo habitual en cualquier caso.
En Cangas la naviera Mar de Ons acumuló a lo largo del puente unos 7.500 viajeros, lo que supone triplicar el número habitual en jornadas festivas. El viernes, cuando se registraron largas colas entre la estación marítima y la estación de autobuses, tomaron el barco unas 3.000 personas entre cangueses y turistas que optaron por dormir en la villa.
El sábado la cantidad de gente que acudió a Vigo por mar se redujo desde Cangas debido al empeoramiento del tiempo, pero se acercó a las 2.500 personas, mientras que el domingo rondó los 2.000 viajeros. "Se notó que el día con mejor tiempo fue el viernes, pero el domingo entre las 16.00 y las 20.00 horas hubo muchos más usuarios que de costumbre", recuerda el responsable de Mar de Ons, Carlos Nacimento.
Esta alta demanda obligó a las navieras a reforzar sus barcos y rutas. En Cangas viernes y sábado operaron tres barcos cada hora. Trabajó el "Mar de Cíes", de 400 plazas, el "Mar Ficas" de 250 plazas y el "Mar de Cangas" con capacidad para otros 250 pasajeros, que reforzó a los otros dos "para minimizar los tiempos de espera en las colas y permitir que los usuarios pudiesen viajar en cubierta, pues arriba, a la intemperie, hacía frío", recuerdan desde la naviera. Además, desde Cangas hubo ruta hasta las 23.30 horas de la noche, una hora más tarde de lo habitual.
En Moaña, por su parte, también se reforzaron las rutas del fin de semana y se extendió el servicio al domingo, que no suele existir de forma habitual desde que concluyeron las obras que mantenían cerrado el antiguo Corredor do Morrazo. "El viernes hemos duplicado barcos y el sábado hemos puesto el de mayor capacidad. Ha sido una subida espectacular", señala Acuña.
Al igual que ocurre con el sector hotelero de la comarca, desde las navieras muestran su satisfacción por el efecto llamada de la iluminación navideña de Vigo. "Está claro que se convirtió en todo un fenómeno. Notamos también más afluencia entre semana que en los inviernos anteriores, sobre todo a partir de las 17.00 horas para ver el encendido, aunque nada que ver con la subida de los fines de semana", indica Nacimento. Recuerda que lo habitual los días no laborables es que los barcos partan de Cangas con solo la mitad de las plazas vendidas.
Hoteles
Durante el puente festivo la inmensa mayoría de hoteles de Cangas y Moaña colgaron el cartel de completo, pero lo mismo ocurrió con los de Bueu, pese a no tener conexión directa por mar con Vigo. Los responsables de estos establecimientos explicaron que todos los que llamaban preguntaban por las luces de Vigo. Asturias y Madrid fueron las comunidades de las que llegaron más visitantes.
