La madrugada del jueves fue larga para los vecinos del barrio de O Caeiro, en Meira. Y es que pasada la medianoche se decretaba un incendio en la vivienda familiar número 154A de la Carretera da Moureira. Los cuatro residentes en la vivienda lograron salir ilesos por su propio pie al enterarse del fuego y llamaron directamente a los equipos de emergencias. En la casa residían un matrimonio, su hija y su nieto, que es menor de edad. Ninguno de ellos sufrió daños físicos pero tuvieron que pasar la noche en casa de un familiar. "Ahora tenemos que ver si está afectada la estructura, porque aún no sabemos cuándo podremos regresar a nuestra vivienda", lamentaba Antonio Álvarez, el marido del matrimonio afectado.

El incendio se originó en el tiro de una chimenea. La casa tiene tres plantas, la chimenea está en la baja y el fuego se generó en el canal de salida de humos, ya en la planta intermedia, mientras todos los miembros de la familia se encontraban a punto de dormir en los otros dos pisos. "Escuchamos el ruido del reventón del tiro de la chimenea y salimos todos corriendo. Había un humo muy denso", relata.

Además de efectivos de la Policía Local y de la Guardia Civil, los primeros en acudir a la casa fueron los Bombeiros do Morrazo, con un camión. Entre las 00.30 horas y al menos las 2.15 horas estuvieron sofocando las llamas para pasar posteriormente a rociar todo el interior afectado y abrir las ventanas para ventilar el humo.

A esa hora se les sumó también Protección Civil de Cangas, que fueron llamados para colaborar al estarse agotando el agua del vehículo de los bomberos. Los efectivos de emergencias de Cangas acudieron con el camión grande de bomba forestal. Las llamas rebrotaron un momento y los equipos de emergencias no pudieron dar por finalizado su trabajo hasta las cuatro y media de la madrugada.

En la vivienda residen también dos perros que fueron trasladados fuera del jardín por el padre, pues estaban muy asustados.

Buena parte de los trabajos de extinción fueron presenciados por vecinos del barrio de O Caiero, que salieron de casa alarmados por el humo y las luces del despliegue. "Vivimos justo enfrente y no nos enteramos de nada hasta que vimos a los bomberos. Al principio salía muchísimo humo", explican unos vecinos que estaban en la carretera y que se mostraban aliviados porque no hubiese ninguna víctima. Algunos de los residentes en la zona llegaron a salir en pijama a la calle, pese al frío de la noche.

Hasta la zona se desplazó también la alcaldesa de Moaña, Leticia Santos, que ofreció ayuda del Concello a la familia si no tenían en donde pasar la noche.