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Medio centenar de personas exigen en Moaña "pagar la deuda del naval y trabajo de calidad"

La marcha estaba convocada por la Plataforma de afectados por impagos y apoyada por el Concello -Balbino Barcia compara la situación actual con la reconversión de Ascón

Vicente Verdeal, Balbino Barcia y Leticia Santos. // Santos Álvarez

"Toda mi vida ha sido una lucha", asegura Balbino Barcia, que ayer salió a la calle en Moaña, en plena crisis por la disolución del astillero Barreras, para encabezar una manifestación convocada por la Plataforma de afectados por impagos del naval de este municipio, que él preside, y mostrar la tragedia de la industria auxiliar representada en los 13 empresarios que la integran. Los grandes astilleros, entre ellos Barreras, les adeudan, asegura Barcia, en torno a 6 millones de euros por trabajos que intentan cobrar desde hace diez años.

A lo largo de esta década, Balbino Barcia no solo tuvo que enfrentarse a la tragedia de tener que cerrar su empresa Balcan S.L. que tenía con su socio Cándido Parcero en Moaña, -y como él otros tantos- sino que sufrió un infarto en pleno enfrentamiento para recuperar el dinero. A sus 58 años, este empresario, que fue el trabajador 1.271 de Ascón, en la planta de Meira, al que la vía rápida pasó por encima de la granja de corderos que había abierto cuando cerró este astillero y que montó su empresa de naval para volver al sector, está jubilado por enfermedad. Pero asegura que no parará ni dejará de dar la cara "para que todos en la Plataforma cobren sus deudas". Recuerda que hubo gente que perdió sus casas por estos impagos y algunos ya la vida, dejando a viudas con esta herencia.

Ayer medio centenar de personas respaldaron la manifestación, deslucida por la lluvia, que recorrió el frente marítimo desde el muelle de pasajeros hasta la Praza do Concello, y en la que estuvo presente el diputado nacionalista Luis Bará; además de la alcaldesa, Leticia Santos;la teniente de alcalde, Marta Freire,y los miembros del gobierno Rodrigo Currás, Juan Parcero, Odilo Barreiro, Pablo Ríos y Aldán Santamarina; las ediles del PP Sonia Riveira y Silvia Rueda y el concejal independiente de XM, Javier Carro.

El naval sale a la calle para reclamar sus impagos

El naval sale a la calle para reclamar sus impagos

El naval sale a la calle para reclamar sus impagos

Balbino Barcia, que dirigió unas palabras desde la entrada del Concello, estuvo acompañado en el turno de discursos por el exconcejal del PP, Vicente Verdeal, en condición de un afectado más del naval y la regidora. El presidente de la Plataforma reclama dos asuntos principales; por un lado, el pago de la deuda que intentan cobrar desde 2010 y, por el otro, que haya trabajo de calidad para todos, para que no siga sucediendo como hasta ahora, "que las grandes empresas reciban los fondos y las pequeñas pongan el trabajo, sin cobrar".

En el caso de Barcia su empresa arrastraba un impago de 200.000 euros por unos trabajos a una firma en Ferrol, de los que pudieron recuperar por vía judicial la mitad del montante; y otro de 150.000 de Barreras, que llevó a que los bancos se les echaron encima. Recuerda que vendió todas la furgonetas de al empresa para pagar la deuda que tenían con el Pastor y pagar también a sus trabajadores y a día de hoy siguen denunciados por Abanca, a la espera de nuevo juicio. Como él reconoce el banco tiene derecho a cobrar lo que se le debe: "Pedimos un préstamo y tiene que cobrar. Nosotros queremos que nos paguen lo que nos deben, para poder pagar también y quedar en paz".

Esta persona, que ha tardado 23 años en cobrar la expropiación de su antigua granja de corderos y cabras cuando pasó por encima la vía rápida, sabe lo que es esperar. Asegura que desde hace cuatro años espera también a que el presidente de la Xunta, Núñez Feijóo, les reciba, aunque no por ello deja de agradecer la labor del portavoz municipal del PP de Moaña, José Fervenza, que medió y a través del cual se reunieron con Rueda Crespo y el Igape les recibió para intentar buscar una solución. El primer paso ha sido la apertura en Moaña del primer coworking de O Morrazo para dar asistencia a los afectados del naval.

"Esta situación me ha quitado años de vida", asegura esta persona, que confía en que ahora no ocurra como en el conflicto de Ascón y "nos digan que en Moaña no no nos íbamos a morir de hambre por falta de trabajo, porque hay campos"

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