Es la primera vez que las fuerzas de seguridad españolas tienen que lidiar con un narcosubmarino y, al margen de la relevancia del apresamiento en la lucha contra el tráfico de drogas, el aparato no deja de plantear problemas logísticos. Después de la odisea para llevarlo al puerto de Aldán, primero, y subirlo a puerto, después, esta tarde ha aparecido un tercer problema: dónde custodiarlo.

Una vez que se descargaron los 152 fardos de cocaína, la idea inicial era llevar el batiscafo a la Escuela Naval Militar de Marín, que dista unos 22 kilómetros del puerto de Aldán. Sin embargo, alrededor de las 16:00 horas se abortó la misión: no es viable introducir el sumergible en las instalaciones del Ejército.

Finalmente, el narcosubmarino será trasladado para su custodia al recinto de la Zona Franca en Bouzas, fuera de la terminal Ro-Ro. La operación se realizará esta noche, a partir de las 23:00, para minimizar el impacto en el tráfico. Debido a las complicaciones que supone este transporte, se calculaba que tardaría unas tres horas pero finalmente ha llegado a la Zona Franca alrededor de la 1:00.