Queda apenas un mes para las fechas centrales de la Navidad y la inmensa mayoría de las bateas de la comarca de O Morrazo continúan cerradas por culpa de las toxinas lipofílicas. La situación en las rías de Vigo y Pontevedra contrasta con la de Arousa, que apenas tuvo cierres durante el año y todos sus polígonos están abiertos. A pesar de este panorama los mejilloneros de Bueu, Aldán, Cangas y Moaña esperan un cambio durante los próximos días y salvar la época más importante del año. Las analíticas del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar) constatan un descenso de las toxinas en el agua del mar, que es el primer y fundamental paso para que a continuación el mejillón depure la que ha acumulado en su interior. "Las perspectivas de mercado son buenas, aunque serían mejores si la apertura se registrase antes, y la calidad del producto es buena", afirman desde Bueu.
El Intecmar tomó ayer muestras en todos los polígonos bateeiros de la ría de Pontevedra, incluyendo los situados en Aldán. Los resultados se conocerán a lo largo de la jornada de hoy y deberían ratificar que el descenso de toxina en agua se traduce en una menor presencia en el mejillón. "Es imposible que vaya a abrir hoy porque son necesarios dos resultados negativos en toxinas consecutivos, pero puede indicar cuándo se podría producir esa apertura", señalan otras fuentes en Bueu.
El sector reconoce que lo "ideal" es que esa apertura tuviese lugar alrededor del puente de la Constitución, lo que daría tiempo a colocar la producción en el mercado de manera progresiva sin que los precios se resintiesen. "Lo bueno para los bateeiros de la rías de Vigo y Pontevedra es que como Arousa estuvo prácticamente todo el año abierta ya ha vendido casi toda su producción, por lo que no deberíamos tener problemas para vender", explican. A ello se añade que el mejillón de Bueu y Aldán se caracteriza por un mayor tamaño, lo que también lo hace atractivo para los compradores.
En la ría de Vigo están abiertas las zonas de producción de Redondela, Cangas E (en Domaio) y ayer mismo abrió el polígono Vigo A. Los parques bateeiros situados en la bocana de la ría (Cangas F, G y H) y los que están entre Tirán y Meira (Cangas C y D) continúan cerrados. No obstante, durante los últimos días han abierto las ocho bateas de reparque -las últimas ayer mismo- situadas en Moaña, cada una con entre 5.000 y 6.000 bolsas de mejillón. "No es mucho, pero al menos es un respiro", afirman desde el sector.
La posibilidad del reparqueo no es viable en estos momentos para los bateeiros de la ría de Pontevedra. Los viveros están emplazados en el polígono Portonovo D (en Poio), que está clasificada como una zona C. "En el pasado nos sirvió de ayuda, pero actualmente no podemos echar mano del", apuntan los bateeiros.
Los mejilloneros de Bueu y Aldán suelen ser los más afectados por los episodios de toxina. Son las primeras zonas en cerrar cuando se produce un afloramiento [que es un proceso completamente natural y que no es dañino para el mejillón] y son las últimas en abrir cuando empieza a remitir. Los dos últimos años fueron casi un "oasis": pudieron trabajar durante parte del verano y en el otoño ya desde el mes de noviembre, sin la tensión de la espera de si abrirían a tiempo para la Navidad. "Este verano pudimos trabajar parte de julio y agosto porque si no llega a ser por eso ahora estaríamos hablando de que probablemente el año sería un desastre", aseguran desde el puerto de Bueu. En Aldán ni siquiera pueden decir lo mismo porque durante el verano estuvieron menos tiempo abiertos y durante el mes de septiembre y octubre el polígono Cangas A estuvo a punto de abrir varias veces, pero sin llegar concretarse en ningún momento.
