El gobierno de Moaña ha puesto en marcha la ronda de reuniones de los consellos vecinales para empezar a trabajar en las peticiones de los colectivos de cara a la confección de los presupuestos municipales para 2020. El primero de estos consellos se celebró en la parroquia de Domaio, en el club de jubilados, con la participación de representantes de la Asociación de veciños Monte Faro, Asociacion Cultural Domaio, Asociación Cultural Charaviscas y los grupos políticos del PP representados por Sonia Riveiro (PP); Odilo Barreiro (BNG); y Rodrigo Currás (PSOE), actuando Marta Freire, como concejala de Participación y presidenta de todos los consellos vecinales.
La teniente de alcalde y concejala de Servicios y Participación asegura que después de escuchar a todos los colectivos, entre todas las personas asistentes se definieron como prioridades para la parroquia el ensanche de la carretera Cerradiña-San Lourenzo, un plan de asfaltados parroquial y un levantamiento topográfico del Viso para dar una alternativa de salida rodada a los vecinos que residen en la zona hacia Paradela y Pedra do Navío por el campo de golf.
En Domaio se ha logrado desbloquear, aunque todavía no empezaron las obras, la urbanización del último tramo del paseo por delante del club de jubilados y sigue pendiente la demanda histórica de la urbanización del vial San Benito-Liñares que se había planteado para acometer con cargo al plan de la Diputación, pero que quedó postergada al darle prioridad al vial de Abelendo, todavía en fase de consecución de las cesiones.
Desde Monte Faro aseguran que la urbanización de San Benito es un "camino ya abierto", por eso no se reflejó en las peticiones del consello. Añade que ya se procedió al levantamiento topográfico y se está hablando con los vecinos para las cesiones para mejorar, al menos, el tramo de la curva paligrosa de Fonte da Mo.
