La asociación de empresarios y propietarios que impulsa la ampliación del polígono de Castiñeiras (Aprointer) quiere presentar ante la Xunta de Galicia a principios de 2020 el plan para acometer ese desarrollo. La empresa que se encarga del trabajo espera que después de las fiestas navideñas se pueda entregar en el Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) el estudio de viabilidad del proyecto y la documentación para el trámite ambiental. Una fase en la que ya se podrá ver una ordenación del ámbito, viales, zonas verdes y edificabilidad. Ayer explicaron sus planes al gobierno local de Bueu en una reunión en la que avanzaron algunas de las prioridades. Entre ellas destaca la apuesta por la sostenibilidad e integración paisajística, lo que incluirá la delimitación de un gran cinturón verde circundando el área industrial.
La presentación del estudio de viabilidad y del trámite ambiental supone de facto el inicio del proyecto sectorial para el desarrollo de los 180.000 metros cuadrados que abarcará este ámbito, unos terrenos que están repartidos en tres bolsas. Una vez que se presente ante el IGVS este departamento las remitirá a la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio, que abrirá un periodo de consultas con los organismos afectados y un mes de exposición en su web. Este trámite debe durar un máximo de cuatro meses, con lo que antes del próximo verano se debería contar con su informe. Una vez incorporadas esas conclusiones se procederá a una nueva exposición pública y a recabar las autorizaciones sectoriales. "La gran ventaja es que todos los departamentos implicados son de ámbito autonómico", explican desde Urben, la ingeniería contratada por Aprointer. Esto debería redundar en una mayor agilidad y rapidez en la tramitación.
En la reunión de ayer participaron el alcalde, Félix Juncal; el concejal de Urbanismo, Martín Villanueva; el presidente de Aprointer, José Cerqueiro, y uno de los responsables de Urben, Roberto López. Una de las prioridades manifestadas por los empresarios y el equipo de ingeniería pasa por la sostenibilidad. "El desarrollo de este suelo industrial tiene que ser rentable, pero también debe ser de interés público", recalcaron. Esta apuesta debería beneficiar tanto al Concello como a los empresarios que se instalen en Castiñeiras, que podrán optar a certificaciones internacionales que darán un valor añadido a sus productos.
¿Cómo se traducirá esa preocupación ambiental? Aprointer esbozó ayer algunas de las líneas que introducirá en el proyecto. Una de ellas será la delimitación de un cinturón verde alrededor del área industrial, con sendas peatonales y protección de espacios. Se trata de una propuesta que desde el Concello se ve con buenos ojos tanto por la integración en el paisaje como por el hecho de que se trata de una zona a la que acuden diariamente muchos vecinos a caminar. Además en el entorno del Castiñeiras hay algunos servicios municipales, como el tanatorio y el cementerio.
Otra de las prioridades es la gestión de las aguas pluviales, que se basará en el principio de "escorrentías cero". Esto significa que se habilitarán estanques de retención para eliminar la basura y restos contaminantes de las aguas pluviales del área industrial y además de reciclará el agua para poder usarla para el riego y mantenimiento de las zonas verdes, entre otras medidas.
