Alrededor de 250 ciclistas tomaron ayer la salida desde el entorno de la antigua fábrica de Massó para afrontar un recorrido de 35 kilómetros, un trazado circular que discurrió por la senda litoral de Cangas. Era la última de las seis pruebas que integran el calendario de las DepoRutas BTT y fue con diferencia la que contó con mayor afluencia, algo a lo que contribuyó decisivamente la espectacular belleza de la costa canguesa.

Antes de llegar a Cangas estas rutas habían pasado por Nigrán, Salceda, Meis y Silleda. Para cada una de ellas se ofertaban un tope máximo de 300 plazas, con inscripción gratuita, y la única que logró completar el cupo fue la de Cangas, aunque a última hora algunos de los inscritos no pudieron acudir. La salida se dio a las 10.00 horas desde la antigua conservera de Massó. Por delante un recorrido por Areamilla, Balea, Liméns y Nerga. Los participantes se dirigieron a continuación hacia Melide y Cabo Home para luego disfrutar de un punto de avituallamiento en el entorno de la "caracola" de Donón. Desde allí emprendieron el regreso al punto de partida, donde también tenían otro avituallamiento para recuperar fuerzas.

La meteorología fue la idea, sin lluvia y con una temperatura agradable para afrontar una marcha estimada en 35 kilómetros.

La ruta no tenía carácter competitivo y todos los participantes recibieron a su llegada una mochila, una camiseta y un bidón para agua. También tenían la ocasión de posar para una peculiar "photo finish" en la línea de meta.

Desde la Diputación señalan que esta edición de las DepoRutas se cierra con casi 900 participantes. Estas marchas tienen como objetivo fomentar el deporte y poner en valor los montes de la provincia, su riqueza natural y ecológica.