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La Policía de Moaña patrullará, desde enero, con pistolas de descargas eléctricas

El Concello, cerca de adquirir un Taser -Los agentes contarán con cámaras de vídeo que registrarán sus intervenciones -El objetivo es reducir las situaciones que obliguen a utilizar un arma de fuego

Policías municipales de Moaña en un dispositivo de control del tráfico. // Gonzalo Núñez

Los agentes de la Policía Local de Moaña patrullarán, a partir del próximo año, las calles armados con un nuevo dispositivo, además del arma convencional. Se trata de una pistola de descargas eléctricas de tipo Taser. El bipartito, a través de una ayuda del Plan Concellos de la Diputación, ultima la adquisición de un dispositivo de este tipo, que se acompañará además de cámaras que los agentes llevarán en la ropa para poder grabar cuando efectúan una intervención. El inspector jefe del cuerpo municipal, Lois Casás, explica que contarán con un dispositivo Taser que llevará uno de los dos policías de cada patrulla, pero ambos contarán con la cámara, que estará grabando en todo momento aunque se borrará todo lo almacenado en la memoria excepto lo que registre intervenciones o infracciones cuyas imágenes sean necesarias para una denuncia.

Si bien el uso de inmovilizadores mediante descargas eléctricas está permitido en el Decreto que regula el funcionamiento de las policías locales, en estos momentos el cuerpo moañés está esperando por el permiso de la Subdelegación del Gobierno para el uso de cámaras, para lo que todavía no tienen una autorización que esperan recibir en las próximas semanas. No es obligatorio el uso de cámaras para acompañar a estas pistolas eléctricas, pero los agentes tendrán así registrada cada intervención con las mismas.

El objetivo es que los policías cuenten con una alternativa menos lesiva que el empleo de armas de fuego, para utilizar en aquellas situaciones de mayor riesgo y poder realizar las detenciones de manera segura tanto para los agentes como para los detenidos.

La necesidad de este tipo de armamento se puso de manifiesto en el mes de agosto de 2018, cuando dos agentes municipales se vieron en la obligación de disparar a un perro de raza pitbull en defensa propia, después de que su dueño lo azuzase para atacarles en plena calle. El can acabaría falleciendo pocos días después a consecuencia de los disparos, pese a los esfuerzos de la Protectora de Animais do Morrazo, que incluso lo trasladó a un hospital veterinario para que fuese sometido a una operación de urgencia.

El entonces concejal de Seguridade Cidadá, Ezequiel Fernández, explicó que buscaban la mejor forma de financiar un dispositivo que puede costar hasta 5.000 euros. La alcaldesa y actual responsable de la seguridad moañesa, Leticia Santos, explica que a través del Plan Concellos conseguirán en breve estos dispositivos.

Madrid

El uso de pistolas tipo Taser está en marcha en distintos ayuntamientos de España y su situación legal se puso de moda recientemente tras el anuncio del Ayuntamiento de Madrid de que invertiría medio millón de euros en 200 unidades, que se acompañarán también de cámaras de visionado y grabación. Los modelos más utilizados suelen lanzar dos dardos unidos al arma mediante un cable que, al alcanzar el cuerpo, transmiten la carga eléctrica y producen la parálisis temporal de la persona abatida durante unos segundos, lo que además de facilitar las detenciones impide la fuga de alguien que suponga un peligro de lesiones inminentes a terceras personas.

La policía autonómica catalana también utiliza este tipo de armas desde 2018 para emplear el uso de la fuerza sin necesidad de efectuar disparos.

En el verano de 2018 ya se había reforzado la seguridad de los agentes municipales de Moaña con la compra de siete nuevos chalecos antibalas, que se sumaron a los cuatro anteriores con los que contaba este cuerpo.

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