Cuando se cuestiona a la Policía Local si los controles de alcoholemia que llevan a cabo responden más a un reducto al que fueron condenados o es una demanda real, el jefe del cuerpo municipal de Cangas, Alberto Agulla, responde que lo segundo, sobre todo porque hay también un interés político en que se haga hincapié en este trabajo.
Las pruebas de alcoholemia y detección de drogas ponen de manifiesto la necesidad de llevar a cabo este trabajo. Alberto Agulla destaca los muchos positivos que hay en alcohol, cannabis y cocaína en el municipio de Cangas, al tiempo que señala que mientras son muchos los jóvenes que se detienen o identifican cuando conducen tras haber consumido drogas, la edad media sube con respecto a las detenciones en estado de embriaguez. Alberto Agulla señala que la horquilla es muy amplia y se sitúa entre los 30 y 70 años. El jefe de la Policía Local habla de un riesgo potencial enorme.
Hasta no hace mucho tiempo, el Concello de Cangas disponía de alcoholímetros cedidos por la Dirección General de Tráfico, ahora tiene dos, uno evidencial y otro de precisión. El segundo es el fundamental a la hora de confirmar la infracción. El año que viene, la Policía Local de Cangas contará ya con un tercer aparato. También en 2020, la plantilla estará integrada por 12 nuevos agentes y se espera que todos ellos tengan los cursos realizados para ser especialistas en drogas. Alberto Agulla calcula que el próximo año, con todos los alcoholímetros disponibles y los nuevos policías ya operativos se multiplique por cinco el número de alcoholemias positivas. No hay que olvidar que este año al que le faltan un par de meses para finalizar, fue nefasto para el cuerpo de la Policía Local de Cangas. Debido a la nueva ley se produjeron numerosas jubilaciones y el turno de noche desaparició debido a esta circunstancia. De ahí se explica que el número de alcoholemias practicadas fuese bajo. Este tipo de controles, en Cangas, se realizan los fines de semana de una manera aleatoria. Un 10% de los controles efectuados dan positivo.
Pero a la necesidad y a la demanda real también se le puede añadir otro parámetro: los ingresos por recaudación de multas. Es dinero que ingresa en las depauperadas arcas municipales directamente, a través del ORAL. Las multas en estos casos no se tramitan a través de la Dirección General de Tráfico y se sitúan entre los 500 y los 1.000 euros.
La estadística que maneja la Policía Local de Cangas de 2019 es la que sigue: 11 atestados por juicio rápido por superar los 0,60 de alcohol en aire expirado, 23 denuncias administrativas por superar 0,25 en controles y actuaciones policiales de un total de 258 pruebas realizadas. En drogas solo hay cinco positivas en cannabis y cocaína especialmente, también fue detenida una persona que dio positivo en cinco sustancias estupefacientes diferentes.
Las conducciones temerarias por consumo de alcohol o de drogas se combaten únicamente con estos controles de Policía y Tráfico, pero hay métodos preventivos como el de los alcolímetros bloqueadores de ignición que no se están aplicando y que podrían ser efectivos.
En el caso de Moaña, el jefe de la Policía Local, Lois Alberte Casás, confirma que las alcoholemias registradas en lo que va de 2019 se han saldado con 6 infracciones por vía penal y 10 por vía administrativa, los mismos delitos que en todo 2018 y seis menos en el ámbito administrativo que con respecto al año pasado. Los agentes han realizado también más de 200 controles, pero la falta de plantilla es un hándicap y de hecho los controles se han reducido a la mitad que con respecto a otros años.
Moaña tiene 12 policías y 6 auxiliares para cubrir un municipio de casi 20.000 habitantes que aumenta su población en verano, y la falta de agentes les ha obligado a eliminar las patrullas nocturnas los fines de semana.Casás reconoce que los controles de alcoholemia cada vez son más complicados por esta razón, aunque desde el Concello se ha adquirido,hace tan solo quince días, un alcoholímetro con mejor tecnología que el que suelen utilizar cedido por Tráfico. Es un aparato más pequeño y dispone de bluetooth -red inalámbrica- para imprimir en el mismo momento el ticket de la alcoholemia.
La Policía de este municipio suele realizar un par de controles al mes, de tarde o de noche y escogiendo lugares por donde los conductores tengan que circular a menor velocidad. Son horas de trabajo que cada vez se antoja más compliado cubrir por la falta de agentes.
La Policía de Bueu es la que presenta mayor número de alcoholemias positivas, pese a que es el municipio más pequeño y con menos policía. Tiene 14 policías, pero solo 8 además del jefe, son agentes y los restantes 5 son auxiliares. Pese a todo mantiene turnos las 24 horas, con dos policías en cada uno.
En lo que va de año han registrado un total de 46 alcoholemias positivas, según la estadística que maneja la Policía. De enero a septiembre han realizado 835 controles, de los cuales 762 fueron preventivos, 48 por infracción y 25 por accidente. De estos resultaron 46 positivos., de los cuales 42 fueron en controles preventivos, 2 por infracción y 2 de pruebas que se practicaron en accidentes. Las que se derivaron penalmente al sobrepasar el conductor la tasa de 0,60 de alcohol en aire expirado, fueron 4.
En 2018, las pruebas realizadas fueron casi la mitad, 405. De estas, 253 fueron controles preventivos, 112 por infracción y 40 por accidente. El resultado fue de 92 alcoholemias positivas, con 3 por vía penal. De este total, 42 resultaron en controles preventivos, 43 por infracción y 7 por accidente.
La Policía de Bueu asegura que los teléfonos móviles y la aplicación de whatsapp están restando eficacia a los controles preventivos de alcoholemia porque enseguida se avisan unos conductores a otros mediante mensajes. En este municipio también suele ser habituales los controles durante los fines de semana. De hecho, el anterior fin de semana, la Policía llevó a cabo uno de estos con el saldo de seis denuncias administrativas por superar la tasa de alcohol permitida. En estos controles, los agentes locales también denunciaron a otro conductor con el permiso caducado y otros tres sin tener la Inspección Técnica de Vehículos.
