Uno de los dos técnicos de la ambulancia del 061 de Cangas recibió en esta localidad un puñetazo en la cara de una persona a la que iban a atender y que estaba bebida. En otra ocasión al acudir a un servicio a un domicilio por una persona consumidora de drogas, se la encontraron con un cuchillo en la mano. Son algunas de las situaciones que recuerda el técnico de ambulancias José Figueroa, que lleva 21 años en la profesión y que asegura que en la última década están aumentando las agresiones al personal sanitario, no solo verbales por parte de los pacientes sino físicas debido principalmente al consumo de alcohol y de drogas.
Es por esta razón que se ha organizado un taller de defensa pesonal específico para el personal sanitario que se va a impartir por primera vez en Cangas, el sábado 23 de noviembre en el gimnasio Urban Studio By Seil. Tendrá solo categoría de taller, ya que se imparte de 10:30 a 13:30 horas, pero los participantes recibirán formación sobre técnicas de cómo defenderse ante un individuo violento, cómo atrapar a la persona agresiva, sujetarla, controlarla, reducirla o inmovilizarla además de conocer écnicas de defensa. "No se trata de pegar sino de ganar en seguridad", asegura el profesor José Manuel Martínez "Maestro Yee Seil", experto en artes marciales y que dirige el gimnasio con su mujer y campeona del mundo de defensa personal callejera, Susana Cordeiro. Ambos serán los encargados de impartir el taller en este gimnasio, en donde en la actualidad más de medio centenar de personas -entre niños y adultos- reciben clases de taikic, una modalidad e autodefensa.
Según los datos que manejan en el sector de ambulancias, el 70,3% del personal sanitario -tanto en centros de salud, como en hospitales y en ambulancias- ha recibido amenazas, insultos o vejaciones y un 10,6%, agresiones físicas. En cuanto al lugar en donde se producen, el 26,18% son en centros de Atención Primaria, frente al 19,79% que son en hospitalización y el 13,66 en urgencia. Un estudio refleja que son la mujeres las principales víctimas de las agresiones violentas, por su mayor presencia en el sector sanitario y porque son la más vulnerables.
