Falleció hoy en un hospital de Madrid el abogado moañés, fundador de la Asociación de Cardiópatas de Galicia Sur. Ayer había sufrido un nuevo ataque al corazón mientras desempeñaba en una sala de un juzgado de Madrid su profesión.

Antonio Cascante contaba con 62 años de edad. Fue el día 17 de febrero de 2017 cuando este abogado moañés sufrió su primer infarto, ese que le haría participar después en la fundación de la mencionada asociación, al que puso como nombre "Sur Sum Cor", que significa eleva los corazones, en latín. Reconocía por aquel entonces que había tratado de engañar a la doctora, que le atendió en urgencias, que estaba bien.

Antonio Cascante, natural de Extremadura aunque afincado en O Morrazo, era un hombre que amaba su profesión, que le apasionaba ejercerla y tenía ascendencia sobre muchos jóvenes letrados de la plaza de Cangas. Su lenguaje barroco le distinguía, como lo hacía su exquisita educación, que no le impedía discrepar, incluso con los doctores que seguían su enfermedad. Tras el primer infarto regresó lleno de vida a la profesión. Traía un nuevo lema bajo el brazo: trabajar mejor, pero no más. Lo primero lo cumplió, lo segundo se le tornaba complicado.

Su muerte ha conmocionado en la comarca, en donde era una persona que gozaba de gran respeto y derrochaba alegría y simpatía.