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La reforma del vial de Abelendo, pendiente de un solo propietario al retomarse la negociación

El bipartito se ha reunido con los vecinos que no habían cedido y solo queda uno, que tiene de límite para tomar una decisión hasta comienzos de noviembre

La carretera provincial, sin espacio para peatones. // Gonzalo Núñez

La reforma y mejora de la seguridad vial de la carretera provincial Porta do Cego-Coiro (EP-1104) se ha convertido en los últimos dos años en un largo culebrón político en Moaña. Tras lograr que la Diputación autorice su ejecución por fases y, el pasado 25 de septiembre, conseguir la liberación de plazos y garantizarse así la inversión provincial de 1,1 millones de euros, el Concello ha ganado tiempo para negociar las cesiones de terrenos necesarias. El bipartito retomó las conversaciones con los propietarios que todavía no cedieron y en estos momentos quedan pendientes de solo un vecino para poder iniciar la tramitación y la ejecución de la obra. El edil de Mobilidade, Rodrigo Currás, asegura que al propietario en cuestión se le puso como plazo límite para que tomase una decisión los primeros días del próximo mes de noviembre.

Las conversaciones las retomó el propio Currás junto con el concejal de Urbanismo, Odilo Barreiro. Lograron una de las dos cesiones que faltaban al comprometerse a adaptar con una rampa la entrada al terreno particular. Falta la otra, correspondiente al barrio de O Casal.

La primera fase de esta obra mejoraría el tramo entre la curva de Figueirido y el final de la recta de O Casal, en donde coexistirán los dos modelos que se pretenden aplicar en las dos fases a lo largo de todo el tramo urbano de esta carretera. En concreto, en esta primera fase se habilitará una senda peatonal de 2,5 metros de ancho por una de las márgenes de la carretera y también una de las llamadas "zonas de convivencia" para coches y peatones. Se trata de un espacio con tráfico calmado, limitado a 20 kilómetros por hora y con una plataforma de hormigón elevado. Se opta por esta solución al ser un tramo sin posibilidad de aceras, debido a que están las viviendas pegadas a la propia calzada.

La segunda fase discurriría hasta el entorno de la subida al colegio de Abelendo, aunque son casi una decena las cesiones que restan por conseguir en dicha fase. El bipartito espera que la ejecución del primer tramo anime al resto a ceder los terrenos necesarios. Desde la Diputación señalaron que esperan tener esta obra como ejemplo para trasladar las soluciones propuestas a otras carreteras provinciales que necesitan una mejora de la seguridad vial.

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