Y mientras se buscan culpables, aparecen sospechosos y no terminan los interrogatorios, la preocupación de los vecinos de la urbanización de Punta Couso aumenta, y también la de los efectivos que acostumbran a atender la alama de incendio. Hay una curiosa coincidencia: el incendio del año pasado y el de este se produjeron durante las romerías de Darbo.
De los interrogatorios realizados a las personas que viven en la urbanización, la Guardia Civil desprende que el fuego lo provocó una barbacoa. Pero después advierten los vecinos que el incendio se reprodujo dos días después en un lugar diferente. Los expertos aseguran que el monte bajo de Punta Couso y los vientos que rolan para un lado y otro convierten a la zona en una auténtica bomba de relojería, un combustible imparable. No es de extrañar, entonces, que cuando el incendio del 7 de septiembre se dio por apagado y se enfrió la zona durante toda la noche, montando un retén de guardia, dos días después resurgiese en fuego en un sitio completamente diferente, al lado opuesto del inicial y con dos focos.
Hay vecinos que aseguran que no tienen por qué dudar del resultado de las investigaciones de la Guardia Civi, pero también señalan que se les hace difícil creer que hay residentes en esta exclusiva urbanización que no se preocupen de apagar bien las barbacoas, sabiendo lo expuesto que está el monte en Punta Couso a los incendios forestales. Lo de la bengala que se arrojó desde un barco a los acantilados de Punta Couso ya no se sabe si es verdad o una leyenda urbana. Este año se volvió a hablar de esta causa, otra vez.
Los vecinos nos dicen que continúan siendo interrogados y dicen que les parece muy bien que se trate de aclarar todo, porque la incertidumbre hace crecer exponencialmente la preocupación. Son demasiadas casualidades y se trata de una zona que está en el punto de mira de muchos, también del Concello de Cangas, que quiere libre el camino que se extiende por la urbanización. "Queremos vivir tranquilos. Los incendios ponen en peligro nuestras casas, como ocurrió este año". No hay que olvidar que este años varias viviendas unifamiliares estuvieron en serio peligro y que un hidroavión destrozó el tejado de una casa al lanzar agua para apagar el fuego que la rodeaba.
Por alguna razón, los incendios en Punta Couso se convierten después en un foco de atención turística. Hay gente que salta la verja para ver como quedó el monte y también entra por la parte de abajo a la urbanización para sacar fotos de las cenizas, según relatan varios vecinos. "Les decimos que tengan cuidado, pero se adentran sin ningún tipo de precaución y lo hacen en propiedad privada. Nos contestan con insultos", comentan. Insisten en que sería bueno que se aclara por completo quién y qué es el responsable de los incendios.
