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Sexo contra las velutinas en O Morrazo

Apicultores de la comarca sacan del dique seco la investigación de la feromona, atrayente sexual para capturar machos de esta avispa

José María Bello, ayer en su casa de Bueu, con la trampa y la cápsula en donde va la feromona. // G.N.

Muchas de las investigaciones I+D contra la plaga de la velutina están en dique seco y no salen de los cajones de las universidades. Es el caso de la feromona o atrayente sexual de los machos de la vespa velutina que logró sintetizar el investigador gallego, doctor en veterinaria y apicultor miembro de la Asociación Galega de Apicultores (AGA), Xesús Feás, que realizó a través de un convenio entre la Universidad de Santiago, (Campus Terra de Lugo) y la Diputación de A Coruña. El convenio finalizó en noviembre del año pasado y pese a los resultados "favorables" de estos dispensadores de feromonas sexuales para atraer a los machos de velutina, no se ha aplicado en el campo.

Ahora, la delegación de apicultores de O Morrazo (Daga) ha decidido sacar del dique seco esta investigación y probar la eficia de la feromona en la captura de velutinas, en una actuación piloto en Galicia. La intención del portavoz de Daga, José María Bello, era realizar un trabajo de campo más amplio, abarcando más municipios que los de O Morrazo, aunque en un primer momento asegura que realizarán un testeo menor, con 20 trampas en cinco ubicaciones en Cangas, Moaña, Bueu y Vilaboa.

La previsión es empezar a distribuir las trampas, en donde van los dispensadores de feromonas, a partir de la próxima semana por esas cinco ubicaciones para realizar otro trampeo más amplio en la primavera y llegar más allá de O Morrazo a los concellos de Ponteareas, Sanxenxo, Cotobade, Campo Lameiro, O Grove, Silleda, A Estrada, Lalín o Allariz. Bello asegura que todos estos municipios fueron aprendices de lo que se hizo en O Morrazo en la lucha contra la velutina "e a eles lles debemos facer partícipes do que pode ser un antes e un despois".

Estas feromonas sexuales se han utilizado en el control de otras especies, con eficicacia, además de que no son tóxicas, asegura el investigador, pero en su caso es la primera vez que se logra un dispensador que contiene la feromona sexual liberada por las hembras vírgenes de velutina, que atraerá a los machos hacia la trampa. De esta manera, Bello asegura que lo que se capturarán solo serán velutinas, en contra del trampeo que se estaba realizando hasta ahora y que provocó las quejas de los grupos ecologistas.

Bello está convencido de que esta nueva herramienta supondrá un antes y un después en la lucha contra la velutina. Y hace balance.

Recuerda que en 2015 fue cuando comenzó la travesía por el I+D de los apicultores en O Morrazo: "No éramos conscientes del daño que aquellas avispas nos estaban inflingiendo, y a ello se sumó la desesperación, ¿cómo acabamos con ellas, de dónde vienen?" . Dice que aquel otoño acabó rodeados de avisperos camuflados en el espeso del follage de los árboles. Añade que se combatió con imprudencia y desamparo, subiendo a las copa de los árboles, con dos cuerdas, un traje de apicultor y una escalera: "Pero en muchos casos el enemigo ya no estaba". Fue en enero cuando se apostó por la implicación de los apicultores y se creó Daga Morrazo, con socios de la Asociación Galega de Apicultores para organizarse contra la velutina. Supuso dedicación, los concellos se hicieron colaboradores y los apicultores asumieron la totalidad de la gestión (recepción de avisos, operativos de eliminación, gestión, aplicación y volcado de datos). La Xunta aportó dos trajes de protección y una pértiga por Concello y en el transcurso de esta etapa, asegura que se acordó necesario la información a la ciudadanía de la peligrosidad de la especie y de su potencial invasor. Recuerda que en el verano de 2016, la lucha en los colmenares era pasar el día matando velutinas a raquetazos y vaciando trampas llenas de velutinas. Asegura que aún eliminando avisperos y pasando el día en el colmenar, no se veían trazadas de mejora y de un año para otro, la plaga se extendía más.

Fue en el transcurso de 2016-2017 cuando se percatan de que la velutina se asentaba mayoritariamente en el entorno de zonas habitadas y que el trampeo en los colmenares en primavera para capturar reinas, era escaso. Aquí fue cuando se dio el primer gran paso de involucrar y dirigir a la ciudadanía a trampear en sus propios hogares, con pautas y un objetivo. Se tuvo claro cuál era la trampa adecuada y solo "faltaba huir del disparatado precio del atrayente comercial".

En esta fase también se centró en la investigación, lo que se hacía en otros países y se comprobó que lo que realmente atraía eran los productos generados en las fermentaciones. Fruto de este trabajo se alcanzó la fórmula de agua+azúcar +levadura de pan.

Con este trampeo, Bello asegura que en la campaña de 2018-2019 se lograron más de 40.000 reinas capturadas y potenciales avisperos frustrados. Se revertió la tendencia, ya no solo ralentizar o frenar la expansión, sino que en algunas parroquias hubo un descenso de avisperos en torno al 40-50%. Todo lo contrario que en la parroquias no colaboradoras en donde aumentó la población casi un 100%.

Paralelamente a este trampeo, los apicultores recurrieron a sistemas defensivos en las colmenas como la trampa de Astiz y las arpas eléctricas. Daga contó aquí con el importante apoyo del IES A Paralaia de Moaña y su alumnado. En esta campaña, además del trampeo con feromona, desde O Morrazo también colaborarán, codo a codo, con la Universidad de Alccalá de henares en el estudio de boom poblacional del "Falcón abelleiro" y del impacto de este ave depredadora en la velutina

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