Adicam abre esta tarde (18.00 horas, salón de plenos de Cangas) sus XVIII Xornadas sobre o Cancro de Mama. Tras el saludo de la presidenta del colectivo, Olga Sotelo, y de los representantes políticos intervendrán el genetista Ángel Carracedo y el doctor Manuel Caeiro. Este hablará del tratamiento del cáncer que usa altas dosis de radiación para destruir células cancerosas y reducir tumores.
-Su ponencia de hoy en las Xornadas de Adicam se titula "Papel de la radioterapia en el cáncer de mama y ginecológico". Adelántenos algo.
-Intentaré hacer una aproximación didáctica a lo que es la radioterapia, el papel que juega en esos tipos de cáncer tan comunes -el de mama es el segundo en incidencia- y las herramientas de las que disponemos en cada caso. También los aspectos organizativos y el proceso que se sigue, como analizar los datos clínicos de que disponemos y la toma de decisiones. Si se va a dar o no radioterapia y cómo.
-La terapia de radiación se aplica desde hace suficiente tiempo como para valorar su efectividad. ¿Su experiencia la avala?
-Los rayos x se descubrieron en 1895 y la radioterapia se lleva aplicando desde hace más de un siglo con efectividad contrastada, aunque sigue siendo una desconocida. Yo la defiendo a muerte y en la ponencia daré ejemplos que lo avalan. En cáncer de mama, a diferencia de otro tipo de tratamientos, para conocer los resultados de la radioterapia, su efectividad, deben esperarse al menos diez años y valorar las respuestas. Cuando pasan, los datos están ahí para avalarlo y para aceptar que la radioterapia ha tenido, tiene y tendrá un papel fundamental durante muchos años, hasta que salga otro tratamiento revolucionario.
-Se refiere a que aumenta la esperanza de vida o su calidad?
-Ambas. La esperanza de vida aumenta en diez puntos el porcentaje de supervivencia, y esa diferencia se vislumbra en los estudios a largo plazo. Puede parecer un porcentaje modesto, pero se traduce en miles de vidas, tanto en cánceres avanzados como donde el control es más local. Y también mejora la calidad de vida porque, por ejemplo, solo evitar volver al quirófano para segundas, terceras o cuartas intervenciones, con lo que conllevan, ya es una mejora sustancial.
-Es difícil saber cómo la iría a un paciente si le hubieran aplicado otro tratamiento...
-En 1997, los daneses ya demostraron las diferencias entre tratar un cáncer avanzado con o sin radioterapia. El porcentaje de éxito en estos últimos va aumentando con respecto a los que no aplican radioterapia. Por ejemplo, la artista Lola Flores murió 30 años después de su primer tratamiento contra el cáncer de mama, y eso ya fue hace más de dos décadas. La ciencia avanza constantemente, la radioterapia de hoy ya no es la misma misma que la de entonces y los avances tecnológicos aumentan la eficacia y reducen las secuelas.
