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La red investigada en Cangas introducía en Galicia cocaína a través de pesqueros

La jueza envía a prisión a dos de los detenidos en Vilagarcía y Poio

Alfonso Sanmartín, conducido por agentes a prisión desde el Juzgado de Cangas. // Gonzalo Núñez

La titular del Juzgado Número 2 de Cangas, Eva López Domínguez, dictó auto de prisión contra dos de los detenidos el martes en una operación antidroga llevada a cabo por miembros del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Guardia Civil (EDOA), Alfonso Sanmartín (vecino de Poio y que regenta una pizzería en Vilagarcía) y Adrián Brea (de Vilagarcía), mientras que a los otros dos, L.C., vecino de Vilanova y L.P, vecino de Cangas y ayudante de cocina del barco donde se incautaron los 30 kilos de la droga, New Polar, fueron puestos en libertad pero con la obligación de presentarse cada quince días en el juzgado. A estos dos últimos se les retiró el pasaporte. La decisión judicial se produjo tras una intensa jornada de declaraciones que comenzó alrededor de las 11.30 horas y se prolongó hasta casi las 18.00 horas. Los cuatro detenidos llegaron a los juzgados de Cangas en un furgón de la Guardia Civil a las 09.00 horas, procedentes del cuartel de Pontevedra.

Los detenidos fueron acusados de tráfico de drogas y las investigaciones están encaminadas a poner de manifiesto la existencia de una red mafiosa en Uruguay que introduce droga en Galicia utilizando barcos de pesca. Hay que recordar que el New Polar tiene bandera de las Malvinas y una avería le obligó a navegar hasta Uruguay para repararla.

Manuel Martinez Corredoira, el cocinero del citado barco que aún permanecía ayer atracado en el muelle de Cangas, y que desde el mes de mayo está en prisión en A Lama, aparece en un primer momento en el sumario, el que se levantó ayer el secreto, como colaborador de la Guardia Civil. Era la persona que llevaba años informando de la existencia de esta red mafiosa. Sin embargo, en el mes de mayo fue detenido al bajar del barco por la Guardia Civil de Cangas. Llevaba en su vehículo víveres de la embarcación de los que se había apropiado.

Vinculación

Ante este hecho, el cocinero se puso nervioso y llamó a Madrid para hablar con los agentes con los que supuestamente colaboraba. Fueron ellos, precisamente, quien tras viajar de inmediato de Madrid a Vigo encuentran en la cocina del barco los 30 kilos de cocaína. Según señala el sumario, el cocinero aseguró que la mafia uruguaya le había obligado a traer los 30 kilos a punta de pistola. La Guardia Civil, sin embargo, cree que lo hizo por su propia cuenta. A partir de ahí se realizó una estrecha vigilancia del barco y se esperó a que llegase al puerto de Cangas tras una nueva marea. Se suponía que el ayudante de cocina también estaba involucrado en la trama debido a una serie de WhatsApps que intercambiaron. El ayudante de cocina declaró ayer ante la jueza que rechazó bajar a tierra la bolsa que le demandaba su jefe porque sabía que se llevaba víveres del barco, aunque realmente contenía cocaína.

Esta trama uruguaya se completa con un ciudadano del citado país que está ahora mismo en una prisión en Badajoz, Rodolfo Ramón Auscarriaga, conocido como Rodolfo Langostino, que supuestamente era el jefe de esta red sudamericana en España, así como con el propio Alfonso Sanmartín, también de Uruguay.

Es la primera vez que se investiga la utilización de barcos pesqueros frigoríficos para introducir droga en pequeños puertos de Galicia.

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