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El nuevo contrato eléctrico pasa de 1,6 a 1,9 millones pero congela subidas en dos años

El gobierno de Moaña lleva de nuevo al pleno la licitación del suministro por cuatro años -El concejal Santamarina asegura que habrá un ahorro en el coste anual energético

Alumbrado público en Moaña. // Santos Álvarez

El gobierno de Moaña lleva al pleno de este próximo jueves la licitación para sacar de nuevo a concurso el contrato de suministro eléctrico en el municipio, después de que el anterior quedara desierto, en julio, al renunciar la única empresa presentada -la cooperativa "Nosa Enerxía". El motivo de la renuncia fue el incremento del precio en la parte no regulada de la energía, desde que se inició el expediente hasta su resolución y también el incremento no previsto en la parte regulada por los nuevos peajes de transporte

El nuevo contrato es similar al anterior, salvo en el precio, que se incrementa de 1,6 a 1,9 millones de euros, que es lo que pagará el Concello a las eléctricas concesionarias durante la vigencia del mismo, de dos años prorrogable por otros dos. Este incremento es para prever eventuales subidas importantes en el precio de la energía eléctrica, y que no ocurra como en la anterior licitación a la que no se presentó ninguna de las grandes compañías. Su cuantía se ha elaborado, tal y como señala el concejal de Facenda, el nacionalista Aldán Santamarina, con un informe encargado a una ingeniera, con una estimación de incremento del precio tomando como base los precios desde 2010. Por otra parte, sigue la misma filosofía que el anterior contrato de primar el impacto ambiental mínimo, que introduce como requisito que las empresas cuenten con etiqueta eléctrica tipo "A" que garantiza que la energía fue producida con impacto ambiental mínimo; y la ejecución socialmente responsable, que implica que las concesionarias se comprometen durante el contrato a emplear el mismo número de mujeres que de hombres. Es decir tiene que haber una presencia femenina mínima del 50% en las nuevas contrataciones como también para los puestos cualificados y que el 10% sea con base a la reinserción laboral de mujeres en condiciones especiales (discapacidad funcional o víctimas de violencia de género). Se le exigirá a las empresas medidas de conciliación familiar para las personas trabajadoras con cargas familiares.

Además del mayor precio, el contrato también cambia en el número de lotes máximo por empresa. El concurso divide el suministro eléctrico en cinco lotes y el máximo en este caso es de tres por empresa, cuando antes era de dos. Santamarina asegura que no es algo relevante ya que de los cinco lotes, dos son los grandes y los otros son pequeños.

Mantiene que aunque se eleva el precio del concurso, se prevé un ahorro para el Concello ya que, según el estudio, la previsión de crecimiento es que el incremento del precio siga en el 6% anual, como lo ha sido en los tres últimos años. La facturación por consumo de electricidad en Moaña en 2016 fue de 409.210 euros; de 435.227 en 2017 y de 459.437 en 2018. Aclara que en el primer año, del contrato se prevé un incremento del 3,7%, más bajo que esa estimación del 6% y que en el segundo será 0 ya que los precios se mantienen inamovibles el primero y el segundo año y sube el tercero y el cuarto. El suministro eléctrico sale a licitación el primero y el segundo año por importe de 476.001 euros en cinco lotes anuales de 165.532, 160.601, 91.092, 38.325 y 20.448 euros; y sube a 494.668 en el tercero y cuarto año en lotes anuales de 172.371 euros, 167.445, 93.850, 39.837 y 21.163.

Santamarina asegura que el Concello prevé un ahorro económico sobre estas cifras, puesto que asegura que toda licitación siempre implica mejores ofertas de las empresas. Y destaca que con este tipo de contrato el Concello reafirma su apuesta por el desarrollo sostenible contribuyendo a la reducción de contaminación y mantiene el compromiso que ha marcado la acción del gobierno local en estos últimos años, con medidas de eficiencia energética . Moaña, dice, ha logrado reducir el consumo eléctrico un 24,4% entre 2015 y 2018, lo que implicó una reducción de las emisiones de C02 o dióxido de carbono.

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