El triple asesinato de Valga que conmocionó a toda Galicia llevó ayer a que los tres Concellos de la comarca convocasen concentraciones de repulsa ante las casas consistoriales. Entre todas reunieron a algo más de un millar de personas. En Cangas a la concentración le siguió una manifestación por la carretera hasta la Alameda Vella, regresando a la plaza del Concello. Acudieron más de 500 personas y gritaron consignas como "Cangas en pé contra o machismo" o "casas de acollida, a mellor medida".

En Moaña y en Bueu los ejecutivos locales se unieron al comunicado de la Coordinadora Galega da Marcha Mundial das Mulleres y en sus comunicados consideraron que el asesinato de Sandra Boquete Jamardo, su hermana Alba y su madre Elena Jamardo a manos del exmarido de la primera tiene un claro carácter machista, por lo que pidieron "conquistar realidades" ante esta situación, reclamando para ello "medida contundentes e reais" y más dinero en la lucha contra la violencia machista. "Reclamamos recursos e orzamentos que garantan que se pode avanzar na formación de todos os axentes que interveñen na educación, a sanidade e a prevención e atención das mulleres que sufren violencia".

En el acto de Bueu participaron los conselleiros de Medio Ambiente y de Cultura, además del delegado de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, junto a representantes de la corporación, para lo cual interrumpieron durante un momento la reunión sobre el conflicto de Ons. A la concentración buenense acudieron unas 250 personas y se guardaron tres minutos de silencio, una por cada víctima.

Los manifiestos reclamaron también "contidos de xénero" en las aulas de los colegios y acusaron directamente a la "hipocrisía da dereita que recorta leis e orzamentos", a pesar de que concejales del PP estuvieron presentes en todas las concentraciones. Se reclamó, finalmente, aislar a los agresores "das nosas contornas máis próximas".

En Moaña el manifiesto fue leído por la alcaldesa, Leticia Santos, y después intervino la presidenta de la Asociación de Mulleres, Concha Ramos. Acudieron unas 300 personas.