Conseguir que directores de la Sección Internacional estuvieran presentes en Bueu durante el transcurso del Festival de Curtametraxes fue uno de los primeros retos que asumió la organización del certamen para tratar de dar el salto de calidad. De aquellos años en los que apenas un puñado de ellos visitaba el municipio se ha pasado a contar con hasta una treintena de invitados, entre aquellos que presentan sus cortos y los que participan en otras actividades paralelas. Manuel Pena, director del FICBueu, recuerda con nostalgia cómo "a primeira vez que veu alguén de fóra de España ó noso pequeno festival alucinábamos todos, ou cando chegaron os primeiros visitantes de países máis exóticos". Hoy todo es más natural, a pesar de que la dimensión que ha adquirido el certamen obliga a una labor organizativa importante.
Pena asegura que la idea es intentar contar con la mayoría de directores de los cortos de la sección oficial, "pero moitas veces non poden por cuestións laborais" o por las puramente presupuestarias. "Tratamos de que os invitados sexan europeos ou de países que non se precise dun gasto grande traelos", apunta. Pero una vez se hace ese filtro lo que les espera en Bueu es algo distinto a lo que pueden encontrar en otro certamen de mayor nombre. Y es que, además de los actos más cinematográficos con la proyección de la película y el posterior coloquio, a los invitados les espera una apretada agenda a la que se entregan con gusto.
Ayer diez personas (entre directores y actrices) tuvieron la oportunidad de visitar Cabo Udra y de hacer una ruta, con almuerzo incluido en el aula de la naturaleza. Hoy tomarán el barco hacia Ons y mañana tendrán otra ruta por la lonja y la plaza de abastos con comida incluida, además de un paseo en embarcaciones tradicionales. "Nos dijeron que estaban muy contentos y les encantó Udra", afirma Natalia López, que acompañó a los visitantes. "Están acostumbrados a festivales más grandes, en los que llegan un día antes y no se les presta tanta atención", añade.
Pena lo confirma. "Facemos bastante esforzo por atender ós invitados, porque eles tamén se converten despois nos mellores embaixadores do festival, e así nos consta", asegura. "Coas visitas, os programas de radio, as actividades de ocio e vir ás Rías Baixas fan disto para eles unha experiencia inolvidable", apunta. La apuesta por implicar en el certamen a los diferentes sectores de la villa "fai que o festival estea conectado coa xente de Bueu, pero tamén é certo que facemos unha promoción importante a nivel turístico", afirma el director del FICBueu. Y se generan vínculos duraderos. "Algún deles mantén o contacto con nós e outros sí son activos co certame en redes sociais", sentencia.
