Más de 25 años en la profesión marcan la trayectoria de Luis Zahera, uno de esos rostros más que conocidos del panorama audiovisual gallego, presente desde hace tiempo también a nivel nacional. Con una treintena de películas a sus espaldas y el Goya ganado este año al Mejor Secundario por "El reino", el actor santiagués es el Premio Cinema Galego de esta edición del certamen. Hoy será el protagonista de un acto (18 horas, Centro Social do Mar) en el que se repasará su trayectoria y en el que se emitirán los cortos "O matachín" y "Marina", además de un capítulo de la serie "Entre Pipas".

- ¿Cómo se siente al recibir un premio como este de Cinema Galego, en el que se reconoce toda una trayectoria?

- Feliz. Está siendo un año muy dulce para mí, todo me ha salido muy bien. No conocía el FICBueu, pero estoy contento porque es una muestra de cariño de la profesión y solo puedo agradecerlo desde la humildad, y ya tengo muchas ganas de estar ahí.

- Más de una treintena de largometrajes, cortos, teatro, mucha televisión... Se le puede considerar un actor todoterreno.

- Sí, yo qué sé. Esta profesión es tan rara, que la suerte, el azar, define muchas cosas. Tuve un poco de fortuna de arrancar con Mareas Vivas una nueva dinámica, de haber estado 25 años en Luar, de vivir la época dorada del Centro Dramático Galego. He estado en el sitio adecuado en el momento preciso.

- Su carrera reivindica el valor del secundario, de hombres como Manuel Aleixandre o Gary Oldman.

- Me encantaba Manuel Aleixandre, aunque en mi casa no lo soportaban por su manera de hablar [risas]. Coincidí con él en uno de los primeros trabajos en Madrid con José Luis Moreno. Él iba a tener un personaje allí, pero estaba mayor y no pudo. Yo le pedí algún consejo y lo que me dijo es que esta profesión es azar, que te toque o no. Yo siempre me quedé con los secundarios y cada uno tenemos nuestro sitio. Hacer secundarios tiene la ventaja de que trabajas con gente enorme.

- ¿Qué le debe Luis Zahera a "Mareas Vivas" y a su personaje de Petróleo?

- Moriré como Petróleo igual que otros lo hicieron siendo Chanquete. Te da un cierto orgullo, porque la gente te decía cosas que no eran normales, enviaban las cintas de VHS a Suiza o Estados Unidos... Muy pocas veces suceden cosas así. Mareas Vivas significó en mi vida y en la de un lote de actores un antes y un después. Luis [Tosar], por ejemplo, ya dio el salto a Madrid.

- Si el salto en Galicia fue "Marea vivas", a nivel nacional lo representó "Sin tetas no hay paraíso"?

- Eran los 90, buenos tiempos, con algunos capítulos rozando los 7,5 millones de espectadores, algo impensable ahora. A nivel mediático fue un salto, sí.

- Y este año llega por fin su consagración con el Goya por "El reino"...

- Cuando empiezas en esto siempre te imaginas cómo será la primera entrevista, cuando te paren por la calle, o cuando me den el Goya. Es como cuando llega la Navidad, venían los Reyes y tú ya veías la bicicleta. Fue algo muy chulo, estar con Antonio de la Torre, con Rodrigo Sorogoyen. Fue algo muy bonito, como los fuegos del Apóstol [risas].

- Combina además el cine con una serie que está teniendo un tremendo éxito como "Vivir sin permiso".

- Es que yo pensaba que conocía este negocio y ahora acaba de mutar de una forma que no me cabe en la cabeza, con las plataformas, donde no entiendo dónde está el retorno económico... Nunca hubo un momento como este para nosotros. Hace años había salido una estadística en la que decía que solo trabajábamos en la profesión un 8 por ciento. Seguro que hemos mejorado. Como me dice mi sobrino, esto no es una época de cambios, es un cambio de época.

- Series como esta o "Fariña" han servido para que se descubra a nivel nacional el valor del audiovisual gallego, de toda una cantera de actores.

- Las comunidades históricas tenemos una cierta ventaja, porque nos permite trabajar con las autonómicas y también en Madrid. En Galicia hay mucho oficio. Para mí Morris es uno de mis referentes; el trabajo que hace en "Fariña" es complicadísimo. Es orfebrería. Hay mucha gente válida, y de tanto roer, de tanto trabajar, les ha llegado el momento en el resto de España.

- Ahora hay además un fenómeno con series y películas, que es el del turismo basado en visitar esos lugares de rodaje, los de Juego de Tronos, o la casa de la hija de Nemo Bandeira en Vivir sin permiso.

- Eso ya no lo percibo tanto, pero sí es cierto que llevé a un par de amigos a enseñarles esa casa.