La comarca de O Morrazo se encuentra en un periodo de riesgo de incendio muy alto, debido a la cantidad de semanas acumuladas sin precipitaciones y al intenso viento que sopla en los últimos días. Después de que el fuego afectase a Marín la noche del lunes para el martes, calcinando tres hectáreas de monte en la parroquia de Santo Tomé de Piñeiro, ayer los Bombeiros do Morrazo tuvieron que atajar un nuevo incendio en una finca cercana al casco urbano de Moaña. Se trata del primer fuego estival en territorio moañés.

Poco antes de las 12.00 horas los vecinos dieron la voz de alarma a la Policía Local ante el humo que salía de una finca cerrada con árboles frutales del barrio de O Rosal, muy cerca del pazo. Los bomberos tardaron algo más de media hora en sofocar las llamas, ayudados por el escaso viento que soplaba en ese momento. Los efectivos de extinción atajaron primero la parte sur de la finca, para evitar que las llamas llegasen a otro terreno con mucha maleza y se descontrolasen. Ardieron alrededor de 1.000 metros cuadrados de terreno, aunque para ello se tuvieron que desplazar dos vehículos de extinción -con capacidad para 3.000 y 8.000 litros respectivamente- y hasta cuatro bomberos.

Los equipos de extinción alertan del riesgo de estos días sobre todo en las fincas que no están convenientemente limpias. Desconocen de momento la causa que originó el fuego de ayer.