Unas 300 personas se unieron esta tarde en una cadena humana en el colegio Casa de la Virgen de Cangas en protesta por el traslado de las últimas cinco monjas de las Hijas de la Caridad que abandonarán el centro, en donde han pasado parte de su vida, después de que la congregación decidiera cerrar esta comunidad y trasladarlas, debido a la avanzada edad de cuatro ellas, entre 76 y 93 años, a residencias en Tui, Villaobispo (León) y Algorta (Bilbao) y darle nuevo destino a la superiora.

Tras la cadena humana, que se celebró a las 19:30 horas rodeando el centro educativo de Rodeira y coreando la clásica "no nos moverán", se ofició una misa en la capilla del colegio en la que estuvieron presentes las cinco religiosas, que dejaron dejaron sentir su tristeza con llantos y tuvieron que ser consoladas.

En el acto religioso también participó Isidoro Ángeles Ventura, presidente de la Fundación Casa de la Virgen, que es la titular del colegio y que confirmó que pese a la marcha de la comunidad religiosa, el centro educativo seguirá como han hecho con los otros dos que tiene en España, en Madrid y en Palmones, entre Algeciras y Málaga. Isidoro Ángeles Ventura asegura que intentaron por todos los medios evitar el traslado de las monjas con gestiones en la congregación religiosa, que está con ellos desde 1933, pero le insisten en que la decisión está tomada y que las Hermanas necesitan de cuidados debido a su edad.