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Balance de una de las especies estrella de la flota gallega

La campaña del pulpo cierra el primer mes con 40.000 kilos, la peor apertura de los últimos cuatro años

La facturación conjunta de las lonjas de Bueu, Cangas y Aldán cae de los 590.000 euros de julio de 2018 a los menos de 290.000 de este año -El precio medio del cefalópodo supera los 7 euros y el maximo fue de 10

Asistentes a la Festa do Polbo retiran ayer sus raciones. // S.Álvarez

Los malos presagios que expresaban los naseiros de O Morrazo en los primeros días tras la apertura de la campaña del pulpo parece que encuentran su reflejo en los números. Al menos de momento. Las cifras del primer mes de trabajo así lo corroboran, con apenas 40.000 kilos subastados entre las lonjas de Bueu, Cangas y Aldán. Es el peor arranque de los últimos cuatro años y en lo que va de agosto no parece que la situación ofrezca visos de mejorar, aunque se trata de la época más floja para el cefalópodo. Las consecuencias en la facturación son más que evidentes: un volumen de negocio conjunto de 286.600 euros frente a los casi 590.000 de julio de 2018. Los ingresos de la lonja de Bueu en aquel mes, rozando los 400.000 euros, ya superan la cifra conjunta de las tres cofradías en el mismo periodo de este año.

Bueu cuenta con una de las flotas de referencia y que sirve de termómetro para evaluar el estado del recurso. Precisamente este fin de semana el municipio celebra su XX Festa do Polbo, una cita gastronómica pensada para promocionar y exaltar el producto local, que se comercializa bajo la marca "Polbo das Rías" de la Cofradía de Bueu. Los datos de la plataforma Pesca de Galicia indican que la flota bueuesa cerró el primer mes de la campaña con unas capturas que no llegaron a los 25.000 kilos. Son 10.000 kilos menos que en el mes de julio de 2018 y la diferencia aún es mayor con respecto a 2017 (37.000 kilos) y a 2016 (46.000 kilos). Hay que remontarse a 2015 para encontrar un dato tan negativo. En aquel entonces el primer mes de trabajo se cerró con menos de 15.300 kilos de cefalópodo.

Los días con más capturas en la actual campaña se concentran precisamente en la primera quincena. En las tres primeras jornadas se superaron las dos toneladas descargadas, luego se sucedieron una serie de días por encima de los 1.000 kilos y desde el 11 de julio no se ha vuelto a alcanzar ese registro, salvo en dos ocasiones.

A pesar de la evidente escasez de capturas el precio del recurso no ha experimentado un tirón y actualmente tiene una cotización media ligeramente superior a los 7 euros. El precio más alto que se ha pagado en Bueu ha sido de 9 euros el kilo. La facturación de julio fue de 176.600 euros, un volumen de negocio que dista mucho de los casi 400.000 euros del mismo mes de 2018. Por entonces el pulpo se pagaba a un precio máximo cercano a los 15 euros y el importe medio estaba por encima de los 11 euros.

La situación no es muy diferente en la lonja de Cangas, donde no obstante se han alcanzado precios de venta más altos y se ha llegado a cotizar a 10 euros el kilo. Las capturas del primer mes de la temporada fueron de algo más de 11.200 kilos frente a los más de 16.100 del mismo periodo de hace un año. La facturación fue de algo más de 81.800 euros, menos de la mitad que en julio de 2018. El peor inicio reciente para la cofradía de Cangas fue el de 2017, cuando en el primer mes no se llegó siquiera a los 7.000 kilos de cefalópodo.

La flota de Aldán-O Hío es mucho más reducida, pero su situación es especialmente llamativa. El primer mes se cierra con menos de 4.000 kilos subastados. Durante la última década no se registra un inicio tan pésimo. Hay que irse hasta 2009 para encontrar una apertura por debajo de los 4.500 kilos de cefalópodo. Las capturas de julio de 2019 han supuesto para el pósito un volumen de negocio 28.200 euros, lejos de los casi 70.000 del mismo mes de 2018.

Topes de capturas

Estos datos ponen de manifiesto las dificultades del sector para pescar siquiera la cuota máxima permitida, que hasta finales de mes es de 30 kilos por barco y otros 30 kilos por tripulante enrolado y a bordo. Ese límite pasa a 50 kilos a partir de septiembre y la flota cruza los dedos para que el estado del pulpo empiece a mejorar a partir del mes de octubre.

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