El viaje de vacaciones que realizó María Valverde Pérez hace casi un año a Indonesia empezó según el idílico guion previsto por la mayoría de los turistas. Después muchas horas de trabajo en Londres y tras muchos planes quería disfrutar de las hermosas puestas de sol, de las impresionantes cataratas o de la experiencia de una nueva cultura en esta zona del Índico. Pudo gozar de todo eso y mucho más, pero durante ese viaje también tuvo la oportunidad de conocer la otra cara de este enorme conjunto de islas. La joven llegó Beberung, un pequeño pueblo de la isla de Lombok, que se había quedado sin escuela después de un terremoto. A su vuelta a Londres María Valverde creó una fundación para ayudar a su población y reconstruir la escuela. Para ello afrontará en octubre el reto de cubrir en bicicleta el trayecto entre Londres y París para recaudar fondos a través de la plataforma JustGiving. Al final, aquellas vacaciones se han convertido casi en una misión de vida.
La trabajadora social explica que siempre le ha apasionado trabajar con niños y gente joven para poder ayudarles, algo que ha logrado a través de su rol como trabajadora social en Londres. "Aquí tengo la posibilidad de marcar una diferencia y ayudar en las elecciones que los jóvenes y sus familias pueden tomar, guiarles en la toma de decisiones correctas. Pero esto solo se puede lograr gracias a las oportunidades que tenemos en los países desarrollados, oportunidades que a veces damos por sentadas, como es el acceso a la educación, igualdad o libertad de expresión", cuenta la morracense.
Durante su viaje a Indonesia pudo ver en primera persona la otra cara de la moneda. En la remota población de Beberung cambió los placeres, estampas y atracciones habituales de las que disfrutan los turistas que acuden a este archipiélago por "la inocencia, la pureza y las preciosas sonrisas de una comunidad que se recuperaba de un terremoto y en la que los niños son el corazón y el alma del pueblo", cuenta desde Londres. Indonesia, debido a su proximidad a los bordes de las placas tectónicas del Pacífico, Euroasiática e Indoaustraliana, cuenta con numerosos volcanes y sufre frecuentes terremotos.
Entre las risas y los juegos con los más pequeños -a los que intentó enseñar inglés, francés y español- "tristemente me di cuenta de que estaban en un ambiente donde la probabilidad de alcanzar su máximo potencial era muy baja". La escasez de medios se agravó con los efectos de un seísmo, que dejó a la población sin escuela y sin materiales para una buena educación.
La Fundación Senbah
A su regreso a Londres María Valverde intentó ayudar a la comunidad de Beberung a través de diferentes organizaciones benéficas, pero que no podían centrar su acción en este lugar concreto. Así que esta trabajadora social de O Morrazo apostó por crear su propia organización sin ánimo de lucro. Una fundación para "planificar un proyecto a largo plazo y conseguir una diferencia significativa y sostenible". Así nació Senbah, que es un acrónimo de "senyum bahagia", que en indonesio significa "sonrisas felices". Un nombre que no es casual. "En Beberung nunca han perdido su sonrisa a pesar de las adversidades, la escasez de medios o las tragedias sufridas, como fue la del terremoto. Siempre tuve claro que quería asociar este proyecto con el positivismo y la alegría que irradian, que es lo que más me cautivó de ellos", explica María Valverde.
Los trámites para constituir la fundación comenzaron en octubre de 2018, después de su viaje a Indonesia. Para recaudar fondos ha ideado el reto que asumirá el próximo mes de octubre, que es unir dos de las capitales más icónicas de Europa: Londres y París. "En Inglaterra es muy común recaudar fondos a través de un reto pues es una manera llamativa de lanzar el mensaje, intentar sensibilizar a la gente y, posiblemente, atraer donaciones", explica. Ella ha ligado su desafío a una reconocida plataforma, JustGiving, y ahora intenta promocionarlo de todas las maneras posibles para atraer donaciones. La joven realizará la ruta en solitario y planea afrontarla en cuatro etapas: Londres-Calais; Calais-Arras; Arras-Compiegne y Compiegne-París.
Ahora está intentando promocionar al máximo la iniciativa a través de las redes sociales, amistades o la propia web de Senbah para lograr su objetivo, que no es otro que cada pedalada encima de su bicicleta signifique una sonrisa feliz al otro lado del mundo. El reto se puede consultar en la plataforma justgiving.com/crowdfunding/senbahfoundation; en el Instagram @senbahfoundation o en la web de la fundación, senbah.org.
