Los vecinos de la isla de Ons están dispuestos a emplear todas las cartas a su alcance para intentar que la Consellería de Medio Ambiente cambie el Plan Rector de Usos y Gestión (PRUG) del Parque Nacional Illas Atlánticas. Al menos en lo que respecta a las condiciones que regulan su acceso. Ayer volvieron a reunirse en asamblea y acordaron presentar un escrito ante el Defensor del Pueblo de la Unión Europea (UE), cuya sede está en Estrasburgo, y adelantan lo que se venía barruntando desde hace tiempo. "Nos opondremos a cualquier declaración de Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco hasta que tengamos reconocidos nuestros derechos. El principal patrimonio de la isla somos nosotros, los isleños, y vamos a pelear por ellos hasta las últimas consecuencias", recoge el escrito que se presentará ante la UE.

Este fue uno de los acuerdos adoptados en la asamblea celebrada ayer por la tarde en el local social de la Cofradía de Bueu, una reunión a la que acudieron unas 70 persona que representaban a 66 de las viviendas de la isla. Los vecinos reiteran que no se oponen a la presevación del medio natural de Ons, pero muestran su oposición "rotunda" a la medida que les obliga a tramitar un carné. "Limita de forma expresa la entrada a nuestras casas a personas incluso de nuestra familia, dejando fuera a nuestras amistades o familiares políticos", sostienen.

Uno de los argumentos que esgrimen los isleños es que el decreto de aprobación del PRUG no mencionaba el carné en ningún momento y se limitaba a establecer un cupo de visitantes. "Esta medida modifica nuevamente nuestro estatus, lo entendemos como una pérdida más de nuestros derechos y nuevamente la Xunta de Galicia vuelve a imponer su voluntad sin dejarnos siquiera tiempo de respuesta", insisten. En su opinión, con el panorama actual los visitantes "tienen más fácil el acceso a Ons que nosotros mismos".

Los vecinos vinculan la aprobación del PRUG y la imposición de los cupos con el "descalabro" ocurridos hace ahora dos años en Cíes, cuando las navieras vendieron billetes por encima del tope permitido y los visitantes que ya tenían billetes adquiridos fueron desembarcados en Ons. Otra de las quejas es la falta de tiempo para conocer el alcance de medidas aprobadas al amparo del PEUG. "Lo aprobaron en febrero y entró en vigor en junio, contra reloj y sin dar conocimiento a los vecinos", dicen.

Una de la bazas que están dispuestos a jugar es la de la oposición a la declaración de Patrimonio de la Humanidad que la Xunta de Galicia impulsa para todo el Parque Nacional Illas Atlánticas. El propio Concello de Bueu, que inicialmente la respaldó sin fisuras, ha advertido que cambiará su posición si la Administración autonómica atiende a las peticiones de los vecinos. Es una postura que se volvió a poner encima de la mesa en la reunión celebrada hace una semana en el consistorio con representantes de todos los grupos parlamentarios. "Sabemos que esto les puede hacer daño", decían al término de la asamblea de ayer los vecinos, que afirman que se mantendrán firmes en su posición hasta que "tengamos reconocidos nuestros derechos".

En los próximos días solicitarán una reunión con la Federación Provincial de Cofradías de Pontevedra, que es precisamente el patrón mayor de Bueu, José Manuel Rosas, para conocer cómo afectaría esa declaración a la actividad de la flota de bajura y para intentar recabar su apoyo.

Al mismo tiempo, mantienen la recogida de documentación para elaborar un censo real de isleños, en el que figuren todas las personas naturales de la isla aunque en la actualidad no tengan concesión sobre una vivienda. La siguiente asamblea está fijada para el 27 de agosto.