El pleno de Bueu celebró a primera hora de la mañana de hoy su sesión plenaria organizativa, en la que se dio cuenta de las delegaciones de los concejales y se aprobaron las dedicaciones que percibirán los miembros del gobierno como la constitución de una comisión informativa única para asuntos generales. Los asuntos salieron adelante con los votos favorables del nuevo bipartito, formado por BNG y ACB, mientras que PP y PSOE optaron por el voto en contra o la abstención. Los dos grupos de la oposición reprocharon que no se celebrase previamente una junta municipal de portavoces para que el ejecutivo informase de sus intenciones.

La implantación del sistema de comisión informativa única, que se completará con otra de Facenda e Especial de Contas, suscitó un intenso debate entre los nuevos grupos políticos. La portavoz del PP, Elena Estévez, defiende un sistema parecido al que se mantuvo hasta el mandato pasado, agrupando los asuntos en grandes áreas, mientras que el portavoz del PSOE, José Manuel Vilas, considera que este modelo supone “un paso atrás”. Por su parte, desde el gobierno creen que este sistema “será máis operativo” y el alcalde, Félix Juncal, se muestra “aberto” a cambios a lo largo del mandato.

Las posiciones fueron idénticas en lo que respecta a las dedicaciones para los próximos cuatro años, que será una exclusiva para el alcalde y tres parciales para Silvia Carballo, Xosé Leal y Martín Villanueva. Tanto PP como PSOE las consideran “excesivas”.

El pleno de hoy acabó incluyendo un punto por vía de urgencia y que nada tenía que ver con la sesión organizativa. Se refería a la suspensión temporal en las obras de la piscina municipal tras la jubilación forzosa del ya exarquitecto municipal, que ejercía la dirección facultativa y la labor de coordinación de seguridad y salud. Juncal avanza que se cubrirá su baja a través de una comisión de servicios, un procedimiento que será con publicidad y cuya duración máxima será de dos años. La oposición interpeló al regidor por las razones por las que el técnico adelantó su retiro (tenía concedida una prórroga hasta noviembre) y si se intentó reconducir la situación, ya que el arquitecto no quería seguir ejerciendo la labor de seguridad y salud. En este sentido el alcalde se mostró tajante. Afirmó que “non había nada que negociar” y que las labores encomendadas formaban parte de la responsabilidad del técnico, tal como figuraba en el acuerdo plenario adoptado en su día.